A las tres de la madrugada del pasado domingo Mario Moreno y otros tres amigos decidieron regresar a casa, tras una fiesta celebrada en el campo con vecinos de la localidad y algunos visitantes que se encontraban en Extremadura con motivo del puente del Pilar.

Volvían de una divertida noche en la que habían disfrutado de una reunión y en la que Mario había animado tocando la caja, instrumento de percusión que le gustaba mucho, sin imaginar que ya nunca más volvería a hacerlo.

Mario compartía su afición por la música con uno de sus cuatro hermanos, que es cantaor y había actuado este año en las fiestas de Berlanga. Por este motivo --y por trabajar con su padre y otro hermano como albañil en esa localidad-- Mario y su familia son gente muy conocida, y la muerte del joven ha sido un duro golpe para todos los habitantes del pueblo.

Varios vecinos de Berlanga, así como madres de amigos y amigas de Mario Moreno indicaban ayer a EL PERIODICO: "Era muy guapo, muy bueno y trabajador. Llamaban mucho la atención su pelo moreno y sus ojos verdes. Su muerte ha sido algo muy triste", manifestaban sin poder ocultar el dolor.

El funeral por este joven tendrá lugar esta mañana en la iglesia parroquial de Berlanga, tras haber velado su cuerpo familiares y amigos durante todo el día de ayer en el tanatorio pacense de Azuaga.