La muerte de una niña de tres años víctima de malos tratos ocurrida la madrugada del domingo 4 de noviembre del 2007 en la localidad pacense de Talarrubias conmocionó a toda la comunidad extremeña. La pequeña ingresó cadáver en los servicios de Urgencias del hospital Siberia-Serena, hasta donde la trasladaron sus padres, un matrimonio de rumanos, que contaban en el momento de los hechos 18 años, y cuyos nombres responden a las iniciales V. P. y CR. A. G..

Las sospechas de los facultativos de que la muerte de la pequeña se había debido a los malos tratos sufridos --lo que dos días después revelaría la autopsia-- alertó a la Guardia Civil, que al día siguiente, lunes 5 de noviembre, detenía a sus padres, que desde entonces se encuentran en situación de prisión provisional. Y así seguirán --recientemente se ha desestimado una vez más la petición de su defensa de puesta en libertad provisional-- hasta que se celebre el juicio, lo que será ya en breve al haberse concluido, después de dos años de investigación, la instrucción de la causa judicial.

POR ASESINATO Según ha podido saber EL PERIODICO por fuentes cercanas al caso, concluida la instrucción el Ministerio Fiscal considera a los padres de la pequeña responsables de su trágica muerte y acusa a ambos cónyuges de un delito de asesinato y otro de maltrato habitual, por los que pide para cada uno de ellos una condena de 23 años de prisión (20 años por el delito de asesinato y 3 por el de maltrato).

Todo está dispuesto pues para que este matrimonio de presuntos asesinos se sienten en el banquillo de los acusados para responder por la cruel muerte de su hija. Serán juzgados,en la Audiencia Provincial de Mérida y por un juzgado popular, estando tan solo pendiente de su celebración que se fije la fecha del juicio, indicaron las fuentes de la Fiscalía consultadas por este diario. "Quizás tarde un poco aún en celebrarse este juicio, ya que antes del de este caso está previsto otro también por jurado, por lo que serán dos los tribunales populares que habrán de constituirse".

Cuando V. P. y CR. A. G. sean juzgados habrán transcurrido más de dos años de aquella trágica madrugada en la que su pequeña de tres años perdía la vida por los malos tratos que ellos la habían infligido, y otra niña de tan solo año y medio, hermana de la fallecida, pasaba a vivir a un centro de menores.