La Consejería de Fomento ha instalado ya 6.250 dispositivos para proteger los soportes de las barreras de las carreteras autonómicas (las conocidas como quitamiedos ), con el fin de paliar lesiones en caso de accidentes de motoristas o ciclistas. Según explicó ayer la consejera María Antonia Trujillo, estos dispositivos de polietileno cubren 25 kilómetros lineales de barreras en los puntos más peligrosos de una docena de vías de titularidad regional, con lo que el 25% de las carreteras ya disponen de protección.

Además, Trujillo explicó que durante el próximo año, los recubrimientos para evitar amputaciones a los motoristas se extenderán a otros 16 kilómetros de nueve carreteras, con lo que quedarán cubiertos 1.450 de los 3.700 kilómetros con que cuenta la red extremeña.

El criterio para elegir que tramo necesita ser protegido se basa tanto en el trazado de la propia carretera, con la existencia de curvas cerradas, como en la posibilidad de accidente por la intensidad de la circulación.

0,4% EN LA RED NACIONAL

La consejera comparó el esfuerzo de la Junta (cada uno de los dispositivos de protección cuesta alrededor de 20 euros) con la escasa inversión en seguridad por parte del Ministerio de Fomento "que sólo ha instalado este tipo de medidas en seis kilómetros de barreras sobre los 1.300 de carreteras que son de su competencia en Extremadura, lo que supone la cifra irrisoria del 0,4%".

Por ello, Trujillo indicó que no extraña que el informe del Real Automóvil Club de Cataluña (RACC) situase a Extremadura como la sexta comunidad con mayor número de tramos de la red nacional con peligro alto de accidente.

Los dispositivos de protección de los soportes en los quitamiedos han sido una demanda continua de los colectivos de motoristas para aquellas carreteras construidas antes de la entrada en vigor de la nueva directiva que obliga a evitar que dichos soportes tengan bordes afilados que puedan causar cortes o amputaciones en caso de caída.