Aproximadamente medio centenar de familiares de los componentes de murgas y charangas no pudieron acceder ayer al auditorio, donde se celebró el concurso de canciones. Pese a tener entradas (el ayuntamiento ha repartido gratis todas las localidades, más de 1.100), les fue prohibido el paso con el argumento de que el aforo estaba lleno, y hubo incluso un forcejeo entre algunos padres y la policía local.

"No entiendo qué ocurre, debe haber sitio para todos", señaló el edil de Festejos, Lázaro García, que indicó que los porteros y acomodadores pertenecen a la Junta, institución que ha cedido el auditorio para esta ocasión.

Mientras, en el interior, el actor cacereño Alberto Amarilla (Mis adorables vecinos , Mar Adentro ...) hacía las delicias de las jóvenes con un pregón en el que animó a recuperar el Carnaval. "En vez de sangre tenéis horchata, pero por favor, no perdáis esta fiesta como ya hemos perdido algunas piedras, palacios y puentes", dijo, disfrazado de bufón medieval. El exconcejal Teodoro Casado recibió una placa de la federación carnavalera.