El sector vitivinícola extremeño escenificó ayer su unidad contra el proyecto legislativo del Gobierno que considera al vino como una bebida alcohólica más y pretende restringir su publicidad y promoción.

En la presentación de un manifiesto a favor de que el vino sea excluido de la ley de prevención del consumo de bebidas alcohólicas por menores estuvieron el presidente de la D.O. Ribera del Guadiana, Antonio Rosado; el secretario de la Cámara Agraria de Badajoz, Miguel Leal; la responsable del sector vitivinícola de UPA-UCE, Catalina García; el presidente del Inviba, José Ortiz; el presidente de Apag Extremadura Asaja, Bibiano Serrano; y el responsable de Asevex, Antonio Medina. Además, se sumaron Coag, Asaja, y Unexca.

Antonio Rosado señaló que las medidas incluidas en el borrador de esta normativa ocasionarían "graves daños" a un sector que tiene una enorme importancia económica, cultural, social y medioambiental".

Por eso estas entidades "exigen que se excluya el vino del anteproyecto". Y es que, insistieron, el vino debe ser tratado como una bebida alimenticia y no como el resto de las bebidas alcohólicas porque, entre otras cosas, forma parte de la dieta mediterránea y su consumo moderado es beneficioso para la salud.

Por otra parte, tanto Bibiano Serrano como Antonio Medina criticaron la ausencia de la Junta de Extremadura en un acto al que había sido invitado. Para Serrano "ya es hora de que salga a dar la cara por el sector del vino" como han hecho los dirigentes de otras comunidades. Ayer mismo el Ejecutivo remitió un comunicado en el que avanza que trasladará al Ministerio de Sanidad la necesidad de que la futura ley no suponga trabas a la promoción del vino como un alimento saludable.

También se mostró muy crítica Catalina García, que recordó que esta medida podría llegar en un momento especialmente delicado para la región porque ahora "estamos empezando a hacer marcas, a embotellar, y tenemos que hacer más promoción".

Este grupo de defensa del sector del vino remitirá su manifiesto a todos los los ayuntamientos de las zonas vitivinícolas para que se sumen si lo desean. Aunque aún no hay ninguna actividad programada se mostraron dispuestos "a llegar hasta el final" y a convocar movilizaciones si es necesario.