Con temperaturas bajo cero pero sin riesgo. A pesar del aviso de la Agencia Estatal de Metereología, el nivel de alerta amarillo que el día antes avisaba a toda la región de los peligros del frío, la situación de ayer fue estable en las dos provincias, excepto en el norte de Cáceres, donde sí persistió el riesgos previsto alcanzando temperaturas de hasta nueve grados bajo cero en el municipio cacereño de Piornal y -3 en Cáceres, Mérida o Badajoz. Estas bajas temperaturas mantuvieron en el norte una ligera capa de nieve caída días atrás para el estreno oficial del invierno.

La previsión de nieve para hoy pone en alerta amarilla ya no solo al norte extremeño, aunque los termómetros tiende a subir por encima de los cero grados de mínima, excepto en algunos municipios como Piornal que mantedrán las mínimas de cuatro grados bajo cero. La nieve puede alcanzar hasta los cuatro centímetros y una cota de en torno a 900 metros, ascenderá durante el día hasta los 1.800 metros. El resto de la provincia permanece en alerta por precipitaciones moderadas, persistentes y generalizadas y por rachas de viento de 70 kilómetros por hora, informa el Centro de Emergencias 112. En la próxima noche, la más larga del año ya que se trata del cambio de solsticio que inicia el invierno, podrían repetirse las heladas en las zonas donde se acumule la nieve.

En el resto del país, el frío, de hasta 20 grados bajo cero, mantuvo ayer en alerta roja al País Vasco, Castilla y León, Cantabria y Asturias. El termómetro marcó ayer 20 grados bajo cero en Palencia, -17 en Burgos y -16 en Asturias. El levante español alcanzó temperaturas bajo cero, hecho absolutamente insólito en esa zona. Alicante, Castellón, Valencia y Murcia llegaron a los 10 grados bajo cero. Hoy siguen en alerta 41 provincias, pero a partir del mediodía, un nuevo frente, esta vez atlántico irrumpirá en la Península, seguido de varias borrascas que darán paso a una semana de abundantes lluvias en toda España. Este cambio supondrá el fin de la ola de intenso frío siberiano que ha recorrido la Península esta semana. El cambio propiciará un aumento de las temperaturas, que alcanzarán niveles considerados normales para esta época. En el resto de Europa el temporal gélido ha causado más de 20 muertos.