Con total normalidad transcurría la primera sesión plenaria del mes de mayo en la Asamblea de Extremadura cuando, a mediodía, el presidente de la cámara, Juan Ramón Ferreira recibió el aviso de desalojar el Hemiciclo. A las 12.57 horas exactamente, a causa de un simulacro de incendio, el presidente con rotundidad pidió a los diputados "unos segundos de mucha atención" y les comunicó que "un incendio en el edificio obliga a su desalojo. Sigan por favor las instrucciones y las indicaciones del personal de la Cámara. Vamos a abandonar el edificio".

Media hora duró este simulacro, por el que los diputados extremeños abandonaron el edificio, al ser activado, por primera vez en los 25 años de su historia, el Plan de emergencia de la Cámara regional al ser accionada la alarma de incendios del edificio con motivo de un simulacro.

Un supuesto incendio, declarado en el salón de actos, hizo activar esta alarma por el personal del parlamento a la vez que estos ayudaban a evacuar a los trabajadores y asistentes mientras pedían tranquilidad e insistían en apresurarse.

El portavoz parlamentario del PSOE, Ignacio Sánchez Amor, fue el primero en abandonar el Hemiciclo, por delante del también diputado socialista Francisco Torres Gil y del presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, rodeado por sus escoltas.

Con pasos firmes, pero serenos, fueron saliendo poco a poco del edificio los 65 diputados regionales, el centenar de empleados de la Asamblea y los periodistas desplazados por los distintos medios de comunicación para seguir el pleno.

Pese a que el estado de alarma no pudo percibirse en las caras de los presentes, los equipos de emergencias encargados del desalojo condujeron hacia la calle Obispo y Arco a todos los presentes, al tiempo que se establecía el cordón de seguridad en el entorno de la plaza de San Juan de Dios, donde además de las ambulancias del 112 y los efectivos de la policía local y protección civil, llegaron dos coches de bomberos unos trece minutos después de la activación de la alarma.