Alrededor de 60.000 extremeños sufre pirosis (ardor de estómago) y casi 26.000 pirosis nocturna, según el estudio Sinerge (Evaluación de la Prevalencia de Consulta por Pirosis Nocturna en Atención Primaria y su impacto sobre la Calidad de Vida, el Sueño y la Productividad ).

El Grupo Sinerge indicó que la pirosis nocturna o ardor de estómago es el trastorno más frecuente y que más afecta a la calidad de vida de los pacientes con enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), informa la agencia Europa Press. No obstante, la pirosis nocturna es un trastorno infradiagnosticado y se estima que un alto porcentaje de pacientes no está tratado o se automedican.

"Un alto porcentaje de los pacientes no percibe los síntomas de la pirosis como una enfermedad real, explica el doctor José Luis Calleja, del Servicio de Digestivo del Hospital Puerta de Hierro de Madrid, quien añade que esta situación conlleva que estén llegando pacientes a las consultas del digestivo con esofagitis o complicaciones más graves.

Primer estudio

En este sentido, según los resultados del estudio, el primero en España sobre ardor, la pirosis nocturna, que padece el 40% de los pacientes con pirosis, reduce en un 40% la productividad de las actividades diarias de los pacientes, siendo una causa frecuente de consulta que se asocia a un impacto negativo sobre la calidad de vida, el sueño y la productividad.

El estudio Sinerge ha sido coordinado por el Grupo Sinerge, un equipo integrado por especialistas en aparato digestivo con el objetivo de informar, divulgar y formar a la opinión pública sobre el trastorno.

Según el catedrático de Medicina y jefe del Servicio de Aparato Digestivo del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, Manuel Díaz Rubio, el estudio permite estimar la prevalencia de consulta por pirosis nocturna en pacientes atendidos en Atención Primaria en España. El estudio Sinerge, en palabras del doctor Jorge Maldonado, jefe del Servicio de Digestivo del Hospital Carlos Haya de Málaga e integrante del Grupo Sinerge, ha evaluado el impacto de la pirosis nocturna sobre la calidad de vida, el sueño y la productividad en comparación con el producido por la pirosis no nocturna, la hipertensión arterial no controlada y la depresión sintomática, evaluando la asociación de estas enfermedades con la presencia de síntomas respiratorios, sobre todo asma, con el objetivo de poner los resultados obtenidos en perspectiva.

Los pacientes con pirosis nocturna ven empeorado el componente físico de la calidad de vida en mayor medida que aquellos con pirosis no nocturna o con hipertensión arterial no controlada. Se estima que un alto porcentaje de los pacientes se automedican, lo que empeora el problema.