No se puede explicar cómo despide un pueblo a tres de sus vecinos. Jóvenes. Trabajadores. Padres de familia. Fallecidos repentinamente en un accidente de tráfico cuando regresaban de trabajar en una obra en Badajoz. Fuente del Maestre dio ayer el último adiós a los hermanos Juan Antonio y Sergio López Morgado y a Fernando Gordillo, los tres albañiles que perdieron la vida al chocar la furgoneta en que viajaban con un turismo en la carretera N-432, que une Badajoz y Granada, cerca de Santa Marta de los Barros. El cuarto ocupante del vehículo, Valentín Llamazares, resultó herido grave, pero evoluciona favorablemente, mientras que el otro conductor, que viajaba solo, también sufrió heridas graves.

Los cuerpos de las víctimas mortales fueron trasladados ayer por la mañana --después de que les fuera practicada la autopsia en Badajoz-- al tanatorio de su localidad natal, donde les esperaban familiares y amigos destrozados por lo ocurrido. Así lo aseguró el alcalde de la localidad, Juan Antonio Barrios, que ayer no asistió al Pleno de la Asamblea (donde es diputado) para acompañar a los allegados de las víctimas en un trance tan amargo.

Con ellos estuvieron también un equipo de voluntarios de la Cruz Roja, en concreto cinco técnicos psicosociales capitaneados por la psicóloga María del Carmen Machuca --que tiene experiencia en ayudar a afectados por tragedias como el terremoto de Chile o el incendio en el que fallecieron dos niños de dos años en Almendralejo-- y tres sanitarios con una unidad de soporte vital básico para atender posibles desvanecimientos u otros problemas.

A las cinco de la tarde comenzó el entierro de Juan Antonio y Sergio López Morgado, dos hermanos de una familia de 14, en la Parroquia de Nuestra Señora de la Calendaria. A sus puertas se vivieron grandes momentos de tensión, especialmente cuando llegaron los padres y cuando se recibió a los féretros, acompañados por una comitiva a pie en la que destacaban los lamentos de una de las viudas. Juan Antonio, que tenía 35 años, vivía en Villafranca de los Barros, deja dos hijos, uno de los cuales iba a celebrar su Primera Comunión el próximo domingo, según algunos vecinos de Fuente del Maestre. Sergio, con 26 años, también tenía un hijo y recientemente le había sido concedida una vivienda de protección oficial.

A las siete de la tarde, las muestras de dolor se repitieron, en el mismo escenario, a la llegada del féretro con el cuerpo de Fernando Gordillo (45 años), que tenía un hijo y una hija. "Todo el pueblo está sobrecogido. Es un palo, una cosa que no se puede explicar", titubeaba ayer, a las puertas de la parroquia donde se oficiaron los sepelios, Pepi Sierra, tía de la mujer de Sergio. No se puede explicar.