"Fue horrible, una situación muy desagradable que espero no volver a vivir en la vida". Así calificaba el interventor del tren que sufrió el lunes el accidente en Carmonita, Angel Luis Quintero, la situación que vivió en esos "interminables segundos", cuando el tren colisionó con el camión. Según explica, "fue todo muy rápido. Yo estaba en el asiento que está junto a la cabina. De repente, escuché unos gritos del maquinista y sentimos un golpe tremendo. Cuando pude incorporarme pregunté al conductor si estaba bien y tras ver que sí lo estaba, empecé a ayudar corriendo a los que se encontraban a mi alrededor. Rompimos la ventana de auxilio para sacar pasajeros".

El interventor, algo nervioso, relata que "tras ayudar a los del primer vagón, y ver que no había nadie herido en el vagón último y en el intermedio, dimos la vuelta, y fue entonces cuando vimos que en la parte última del primer coche, se veían unos pies, los de la chica que murió. Fue tremendo". Y añade, "me dolía pensar que la chica hubiera podido morir asfixiada, y que si hubiéramos llegado antes- pero no, la policía judicial nos ha dicho que fue por el golpe en el cuello, y no hubiéramos podido hacer nada".

Cree que el camión invadió la vía, aunque no sabe si alguien estaba señalizando o no. "Nosotros íbamos a la velocidad que había que ir", dice.