El sueño de conseguir un empleo público, por aquello de "tengo ya trabajo para toda la vida", parece que es algo difícil de hacer realidad en estos momentos. La fijeza no es ya algo intrínsecamente unido a los puestos de las administraciones extremeñas, donde la temporalidad empieza a asentarse. Así lo confirma, de hecho, el último informe que sobre el mercado laboral ha realizado Agett (Asociación de Grandes Empresas de Trabajo Temporal).

Los datos del citado informe, referentes al segundo trimestre del presente año, revelan que la cifra de empleos públicos en la comunidad superan ya a la que se registra en el sector privado. Mientras que el porcentaje de empleos temporales en las administraciones asciende al 38%, en las empresas privadas es del 35%.

Para José Fernández, presidente en Extremadura de CSI-CSIF, sindicato mayoritario en la función pública, estos datos son reflejo de una realidad, la destrucción de empleo en el sector privado y el trabajo que las obras del Plan E han generado, es decir, empleos temporales creados por los ayuntamientos.

"En nuestra comunidad la temporalidad pública se da sobre todo en la Administración local, en la autonómica y la central no es muy alta", señala Fernández. Según matiza, en las administraciones central y regional el porcentaje de puestos temporales suele estar en torno al 10%, "aunque ahora podría haber aumentado un poco por la aplicación de la ley de dependencia", pero es en la Administración local donde se eleva, a más del 30%, "y ahora con las obras del Plan E, que suelen tener plazos cortos de ejecución, evidentemente ha aumentado más".

Esta es, en opinión del presidente de CSI-CSIF, la causa por la que la precariedad en el empleo público se ha elevado; y en cuanto al hecho de que supere a la del sector privado lo justifica en que en este "la temporalidad ha descendido porque se ha destruido mucho empleo, sobre todo temporal, pues cuando se destruyen puestos de trabajo los primeros que van al paro son los empleados temporales".

Más precariedad femenina

Otro hecho que pone de manifiesto el estudio de Agett es que la tasa de temporalidad pública en Extremadura (38%) es la más alta de España, situándose a 13 puntos por encima de la media nacional, que es del 25,4%. Y, también, que esta situación afecta de forma especial a las mujeres, ya que el porcentaje de las empleadas públicas de la región que tienen contratos temporales se eleva hasta el 47,5%. En este caso Extremadura también se sitúa a la cabeza, registrando la tasa de temporalidad femenina más elevada del país, seguida del País Vasco, que presenta una tasa del 43,1%.

Agett concluye que en la Administración "se está produciendo un incremento de la temporalidad sin justificación, especialmente en el colectivo femenino, que ya se está prolongando y que contribuye a la precarización laboral de uno de los colectivos más perjudicados por la crisis".