La Justicia les ha dado la plaza que el Servicio Extremeño de Salud (SES) no les reconoció en su día. La Consejería de Sanidad estima que en la última convocatoria de oposiciones hay al menos 15 aspirantes a los que finalmente se les ha adjudicado una plaza de personal estatutario fijo en el SES tras tener un fallo judicial a su favor. Reconoce que todavía hay varios procedimientos abiertos y recurridos por la administración que están a la espera de sentencia firme, por lo que el número final podría incrementarse.

Se trata de profesionales que optaron en su día a una oposición del SES pero que se quedaron a las puertas de lograr una de las plazas en juego por la puntuación final obtenida (suma entre la fase de oposición y la de concurso). En la mayoría de casos los aspirantes denunciaron discrepancias por sus puntuaciones finales. Consideraron que sus méritos no estaban bien baremados: porque no se les había contabilizado la experiencia en centros privados, el tiempo de excedencia o un simple curso, entre otros. Todos estos casos han motivado algunas de esas 15 sentencias que el SES ha tenido que asumir en los últimos años. También hay casos en los que denuncian que los criterios de valoración de un examen no se definieron al principio o se alteraron, pero en estos la justicia solo procede sobre repetir o no la prueba selectiva.

Una de esas 15 sentencias se hizo publica la semana pasada. En ella, el Tribunal Superior de Justicia obliga al SES a nombrar personal estatutario fijo a una auxiliar administrativa en el Hospital Ciudad de Coria a la que no se le había contabilizado como mérito su experiencia profesional de seis meses en el mismo puesto laboral en una mancomunidad. Incluyendo esta experiencia, la demandante tiene que sumar 0,360 puntos más en la fase de concurso con lo que consigue estar entre los aspirantes con más puntuación que lograron en su día alguna de las plazas en juego.

LA EXCEDENCIA ES EXPERIENCIA / Peculiar es el caso de otra aspirante a una oposición del SES, una enfermera a la que la justicia obligó a baremar como experiencia profesional el tiempo que la recurrente estuvo de excedencia y de reducción de jornada para el cuidado de sus hijos. Transformados en puntos ese tiempo de trabajo, la enfermera logra una de las plazas fijas convocadas y que fueron adjudicadas hace un año, así como todos los derechos correspondientes a ese último año como si hubiera estado trabajando.

En estos casos, habitualmente el SES no despide a ninguna de las personas ya nombradas con plaza en propiedad, según los sindicatos. «El elevado número de vacantes sin cubrir permite que puedan ocupar plazas sin tener que cesar a nadie», explica Emilia Montero del sindicato CSI-F. Sin embargo, no en todos los casos se actúa de la misma forma. Por ello, desde CSI-F urgen un pacto de procesos selectivos para evitar que las oposiciones se judicialicen. El objetivo es que se consensuen unos criterios comunes y claros tanto sobre los méritos a baremar como los criterios de valoración en los exámenes «para ofrecer seguridad y tranquilidad a los opositores».

Desde el sindicato SGTEx piden también a la administración que atienda en primera instancia los recursos administrativos que presentan los aspirantes para evitar que finalmente tengan que acudir a la justicia. «Sobre todo cuando se trate de reclamaciones que tienen visos de prosperar, que para eso están los servicios jurídicos en la administración. No entendemos el empecinamiento de no atender las reclamaciones en tiempo y forma y dejarlo todo en manos de los tribunales que, a priori, es lo más sencillo pero también lo más perjudicial», señala Agustín Trocolí.

Mediante sentencias judiciales, también se ha admitido a aspirantes en bolsas de trabajo tras ser valorada su experiencia en centros privados, entre otras cauísticas.