El director general de la Fundación Caja Badajoz, Emilio Jiménez, afirmó ayer que tratarán de disminuir «el importante efecto» que tendrá el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) planteado por Ibercaja y que afectaría al cierre de 32 oficinas en Extremadura.

Jiménez informó de que Caja Badajoz tiene un 3,9% del capital de Ibercaja y que, por ello, «desde el primer día» que tuvieron conocimiento de esta reestructuración laboral están haciendo «una labor soterrada para paliar los despidos».

Según el director general de la fundación, se han puesto «manos a la obra» y tratarán que el impacto del ERE sea el menor posible, ya que consideran muy importante «el factor humano y también las distintas poblaciones que van a quedar posiblemente excluidas financieramente».

Por ello, se ha comprometido a defender a los trabajadores de Ibercaja en Extremadura y de las poblaciones que puedan sufrir algún cierre. Sobre este mismo asunto, el presidente de la Fundación Caja Badajoz, Emilio Vázquez, quiso puntualizar que es una decisión que se resuelve y analiza dentro de las actividades empresariales de la entidad, aunque desde la fundación harán todo lo posible por aminorar el impacto.