El incendio que el sábado arrasó por completo las instalaciones de Industrias del Suroeste (Indesur), en el polígono industrial de Jerez, ha traído la inquietud y la incertidumbre a los 60 trabajadores de la empresa, muchos de los cuales llevaban vinculados a Indesur más de 40 años. Aunque los empleados que se acercaron ayer a contemplar lo que queda de la mayor envasadora extremeña de aceite, visiblemente emocionados, declinaron hacer declaraciones, algunos familiares sí expresaron el sentir general. Así, indicaron que "están muy disgustados", y agregaron que la desolación es doble: por un lado, por la incertidumbre ante su futuro laboral, y por otro, "porque todos tenían una fuerte vinculación sentimental con esta empresa".

En la mañana de ayer efectivos de la Guardia Civil y la policía local mantenían un cordón de seguridad alrededor de las naves derruidas para evitar que nadie se acercase. Según explicó uno de los agentes, con el cordón de seguridad se trataba de evitar posibles daños por el riesgo de derrumbe de lo que aún queda en pie --el frontal de una de las naves y los esqueletos de las otras dos--, y también de no interferir con el trabajo de investigación del grupo especial de la Guardia Civil que intentará determinar el origen del fuego.

Ayer aún no era posible, dado que persistían pequeños focos del incendio, controlados por dos dotaciones de bomberos, y la temperatura en la zona era aún muy elevada, según explicó el jefe de bomberos del parque de Jerez, Manuel Galván. El responsable del operativo de extinción señaló también que aún no se tiene una idea clara de las causas del fuego, aunque indicó que parece que se inició en una zona donde se acumulaban palés.

Galván añadió que las labores de extinción fueron muy complicadas (no se extinguió hasta las 2.30 de la madrugada, diez horas después de iniciarse) por la gran cantidad de aceite, plásticos y madera que contenían las naves, y que en los primeros dos casos generó un humo tóxico que motivó la decisión de alejar a las personas del lugar y cortar la N-435. Además, indicó que la combustión el aceite incrementó la temperatura del incendio hasta los 900º fundiendo los elementos metálicos de la techumbre y doblando las vigas de hierro "lo que provocó el colapso de la estructura" y el derrumbe.

Galván indicó que el humo y las altas temperaturas provocaron el desvanecimiento de dos bomberos, que fueron atendidos por la unidad medicalizada desplazada hasta el lugar. Fueron las dos únicas personas heridas en el siniestro, tal y como destacó el jefe jerezano de los bomberos que resaltó que pese a las dificultades se había logrado que las llamas no se extendieran a las naves colindantes ni hubiese víctimas. Igualmente aludió al apoyo de los parques de bomberos de Fregenal, Zafra, Olivenza, Villafranca y Mérida, estos dos últimos aportando además motobombas de mayor capacidad.

Por su parte, la alcaldesa de Jerez, Francisca Rosa, informó de que el incendio se había originado "en el peor momento", dado que pasada huelga del transporte había hecho que se acumulasen los pedidos a la envasadora, por lo que había gran cantidad de aceite en las naves. De hecho, entre lo destruido hay un camión de gran tonelaje cargado de botellas de aceite que tenía que salir hoy a repartir.