El Grupo Gallardo espera que la refinería esté funcionando en el 2012, según manifestó ayer el consejero delegado de la sociedad, Juan Sillero. Esto supone un retraso de un año respecto a la fecha inicial prevista, achacable a la demora en los trámites previos, especialmente la declaración ambiental, que no permitirán iniciar las obras previsiblemente hasta principios del 2009.

Sillero realizó estas declaraciones tras una reunión con los secretarios generales de CCOO en Extremadura y Andalucía, Julián Carretero y Francisco Carbonero, respectivamente, a quienes explicó los detalles del proyecto e informó del estado actual de la tramitación. El grupo industrial ya ha dado respuesta a todas las alegaciones medioambientales y el siguiente paso es que Medio Ambiente emita la declaración.

La demora en los trámites fue criticada por Carretero, quien exigió al Gobierno central y a las Juntas de Extremadura y Andalucía que agilicen el proceso, "y más teniendo en cuenta que un proyecto de este calibre puede ayudar a paliar en gran medida el descenso en la actividad de la construcción", puesto que sólo en la fase de obra llegará a haber hasta 3.000 personas trabajando.

El responsable sindical extremeño apuntó: "Es incomprensible que proyectos similares de Repsol o Cepsa, que iniciaron su tramitación después que Refinería Balboa, ya estén en obras o a punto de iniciarlas, pero, claro, Gallardo no es Repsol ni Cepsa". Por ello reclamó que se resuelva rápidamente "y en positivo" la "compatibilidad del desarrollo industrial con las prevenciones medioambientales".

Por su parte, Carbonero mostró su apoyo al proyecto y señaló que creará riqueza en las dos regiones, además de contribuir a cambiar el patrón de crecimiento económico. "Este tipo de proyectos permiten la transformación social de la zona donde se ubican", comentó, y agregó que el oleoducto no debe ser un impedimento "porque Andalucía la atraviesan ya varios oleoductos y gasoductos y no han generado ningún problema". El dirigente sindical andaluz también reclamó agilidad en los trámites por la importancia del impulso industrial en la actual situación.

Mientras, Sillero explicó que la crisis financiera no debe suponer problemas para que Caja Madrid y el BBVA mantengan su compromiso inversor, y explicó que, en todo caso, toda la financiación del proyecto no vendría por estas dos entidades, sino que se buscará también en otros bancos españoles y extranjeros.