El Grupo Gallardo tiene previsto iniciar las obras de la refinería de Tierra de Barros, así como de los oleoductos que irían a Huelva y Mérida, a lo largo del 2007, según se desprende de la memoria remitida al Ministerio de Medio Ambiente. El documento indica que los trabajos de construcción de la planta durarán tres años, en los que se mantendrá una media de 1.800 empleos, y la intención es que se empiece a refinar crudo en el primer trimestre del 2010, tal y como adelantó EL PERIODICO.

Esto supondría que los trámites de evaluación ambiental no se demorarían más allá de un año a partir de ahora. Respecto a este requisito, los promotores de la refinería han propuesto al ministerio que el estudio ambiental se divida en tres bloques.

En el primero se incluiría la propia planta, el gasoducto y la conducción para evacuar los dos hectómetros cúbicos de vertidos que se generarán cada año. Un segundo bloque los constituirían los dos oleoductos entre Huelva y la refinería --uno para llegada de crudo y otro para salida de refinados con vistas a la exportación--, y el tercero lo formarían el oleoducto de salida de productos hacia Mérida y la conducción para el suministro de agua desde el pantano de Alange, que irían en paralelo durante un buen tramo. Los promotores indican que de este modo "se garantiza una evaluación global del proyecto".

RECHAZO DE LOS VERDES Por lo que se refiere a las reacciones al proyecto, Los Verdes de Huelva ha exigido a la Junta de Andalucía que vete la construcción del oleoducto desde el puerto onubense, ya que cualquiera de los trazados propuestos pasa por el parque natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche.

Esta formación apeló a la "sensibilidad medioambiental" del presidente andaluz, Manuel Chaves, para que frene el proyecto, que calificó como "desmesurado y faraónico", por su impacto ambiental. Asimismo, anunció que se presentarán iniciativas en todos los ayuntamientos afectados para que lo rechacen.