El Grupo Alfonso Gallardo, pricipal holding empresarial extremeño, se desprende de Cementos Balboa, en Alconera (Badajoz), y de Papresa, en Rentería (Guipúzcoa), con el fin de poder refinanciar su deuda y garantizar así su viabilidad. Según se informó desde la compañía a través de un comunicado, ayer se firmó un acuerdo de refinanciación con la banca acreedora mayoritaria y con la firma de capital riesgo Kohlberg Kravis Roberts (KKR) "mediante su fondo líder en situaciones especiales". Este acuerdo posibilita, gracias a la enajenación de estos dos activos no siderúrgicos, reducir la deuda del grupo en alrededor de 500 millones de euros, quedando un crédito preferente de 123 millones a pagar en seis años y una deuda subordinada, incluida la provisión de liquidez aportada por los bancos, de en torno a 200 millones a amortizar en un plazo de entre siete y diez años.

En el 2012, los problemas económicos ya obligaron al grupo a vender su acería alemana de Thüringen, Stahlwerk Thüringen, y la comercializadora Gallardo Sections a la Companhia Siderúrgica Nacional (CSN) de Brasil.

"El acuerdo supone garantizar la viabilidad del grupo y le permite centrarse en su actividad principal, el sector siderometalúrgico, del que es uno de los principales grupos industriales de España con plantas repartidas por Madrid, País Vasco, Asturias y Extremadura y con una importante presencia en los mercados europeos e internacional", se recalcó ayer en la mencionada nota.

En virtud del pacto alcanzado, KKR aportará "capital paciente al grupo, que, además de una inyección de recursos financieros, le dota de una estructura financiera estable que garantiza la actividad del grupo a largo plazo", se explicó. Los acreedores no financieros y el resto de la banca acreedora, por su parte, deberán sumarse a este acuerdo, que está sujeto a las condiciones "habituales" de este tipo de contratos.

En virtud de este acuerdo, la firma de capital riesgo se asocia con la banca acreedora mayoritaria para refinanciar la deuda del grupo así como para adquirir sus negocios de cemento y papel y cofinanciar su deuda. "Esta solución conjunta dota a las empresas involucradas en la operación de una estructura financiera estable y supone una mejora de su situación y una garantía de continuidad para las mismas", se afirmó..

Con esta venta, el grupo da por finalizado el proceso de reestructuración que inició en el 2012 para centrarse en el sector del acero, reforzar su posición financiera y refinanciar una deuda que superaba los 1.500 millones de euros.

"La refinanciación nos da un mayor nivel de confianza y solidez para afrontar la actual coyuntura económica y nos permite potenciar las actividades de mayor valor añadido dentro del ámbito siderúrgico", declaró Francisco Javier Sánchez, consejero del grupo.