El precio de los combustibles ya ha comenzado a subir de forma notable ante la llegada de las vacaciones. Llenar el depósito del coche en cualquier gasolinera extremeña resulta en torno a un 11%, en el caso del gasóleo, y un 16%, en las gasolinas, más caro que hace apenas dos meses. Y la perspectiva en el sector es que esta tendencia al alza se mantenga al menos hasta septiembre.

Esta semana el precio medio del litro de gasolina Super 95 se ha situado en Extremadura en 1,08 euros, según los datos que maneja el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio a partir de la información proporcionada por las propias estaciones de servicio. Es decir, un depósito completo de un vehículo de tipo medio --en torno a 60 litros de capacidad-- cuesta en estos momentos casi 65 euros. A finales de abril esa misma operación podía realizarse por entre nueve y 10 euros menos. Y lo mismo ocurre con el caso del gasóleo de automoción, que comienza a acercarse al umbral del euro por litro. En estos momentos, el precio medio está próximo a los 95 céntimos por litro, por lo que el depósito lleno sale por cerca de 57 euros, seis más caro que hace un par de meses.

El motivo de estos incrementos de precios hay que buscarlos en la evolución del mercado internacional del petróleo y en la última subida de impuestos sobre los carburante aprobada por el Gobierno --y ratificada el viernes por el Congreso--. Respecto a la primera causa, el sector suele aprovechar los meses estivales para subir tarifas, con el objetivo de explotar al máximo el aumento de la demanda --a raíz de las vacaciones crece considerablemente el tráfico en las carreteras--. De hecho, es la época en la que se alcanzan los picos máximos de precios. Pero a esto hay que añadir la coyuntura internacional, marcada actualmente por la tendencia alcista de las cotizaciones del petróleo, que no paran de subir en las últimas semanas por los problemas con las reservas de crudo --sobre todo en EEUU-- y por los ataques que están sufriendo algunas explotaciones petrolíferas --como en Nigeria--.

SUBIDA DE IMPUESTOS En clave nacional, ha influido principalmente la subida de impuestos sobre los carburantes decretada por el Gobierno el pasado día 12. La decisión implicaba elevar la carga impositiva sobre hidrocarburos en 2,9 céntimos por litro, lo que ha supuesto encarecer el precio de la gasolina en torno un 7,4% y el del gasóleo de automoción un 6,3%. El resto de la subida aplicada en las estaciones corresponde a decisiones de las empresas distribuidoras a partir de la coyuntura del mercado.

Lo cierto es que los combustibles no han parado de encarecerse desde principios de años, al menos en el caso de la gasolina, que alcanzó su precio más bajo de los últimos dos años en enero --0,84 euros por litro--. Mientras que el gasoil siguió cayendo hasta marzo, cuando se situó en 0,83 euros de media, pra luego comenzar a repostar. No obstante y a pesar de los últimos movimientos, su valor de venta sigue lejos de los techos históricos del pasado verano: en julio del 2008 repostar gasóleo costaba por encima de 1,30 euros por litro y la gasolina superaba los 1,25 euros.