Las gasolineras extremeñas han sufrido 18 atracos desde agosto hasta octubre, según explicó ayer el secretario general de UGT-Extremadura, Miguel Bernal, que va a pedir al delegado del Gobierno que incremente las medidas de seguridad en las estaciones de servicio. Para ello, este sindicato propone que todas tengan una central de alarma conectada a la policía, que dispongan de un sistema cerrado de video, y que las que trabajen en horario nocturno dispongan de un vigilante jurado o de una zona restringida de seguridad, en la que el trabajador active el suministro y cobre desde detrás de una puerta blindada.

UGT ha realizado una encuesta en 75 de las 175 gasolineras que existen en la comunidad y "sólo el 10 por ciento" posee medidas de protección que van más allá del mínimo establecido en un Real Decreto 23/64, de 9 de diciembre de 1994, que obliga a que estos establecimientos tengan caja de seguridad con dos llaves.

Con estas medidas, dijo el responsable de UGT, se avanzaría sustancialmente en la seguridad de los usuarios y de los trabajadores de gasolineras, más de mil en la región.