TLtos extremeños estamos de enhorabuena. Vamos a poder presumir de tener la ley más avanzada en derechos LGBT del país. Y lo más difícil todavía, es una ley consensuada con todos los partidos políticos, tengamos o no representación en la Asamblea de Extremadura, y todo gracias a la labor de Fundación Triángulo.

La ley es casi perfecta. Toca todos los ámbitos y casos posibles que pueden suponer una discriminación o desigualdad de nosotros, las personas LGBT: educación, salud, administración pública, cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado... pero para los que formamos parte de UPyD, creemos que se ha quedado corta en algunos ámbitos.

Como venimos haciendo desde hace algunos años desde UPyD como partido político, nos gustaría que esta ley hubiera abierto las puertas a la maternidad y la paternidad subrogada, más conocida como "vientres de alquiler", y no por gusto, sino por necesidad.

Al cabo del año más de 300 familias recurren a esta técnica para poder tener un hijo, ya sean parejas heterosexuales u homosexuales. Las cuales tienen más apoyo y comprensión en el extranjero que en España, donde además a su regreso, se encuentran con trabas legales para que sus hijos sean reconocidos legalmente, llegando en ocasiones a pasar por un largo proceso judicial, que ya nos ha llevado en varias ocasiones ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. ¿Qué tipo de país priva a las parejas de su derecho a tener hijos? ¿Qué tipo de país permite dejar sin cobertura legal a un recién nacido? Desde luego España no puede ser ese tipo de país.

Por ello, la Ley de Igualdad Social LGBT y de Políticas Publicas debe abrir la puerta a la maternidad y a la paternidad subrogadas, y es más, se debe instar al Gobierno central a que haga esta ley extensible a todo el país, a todos los ciudadanos.