Suponen una proporción aún no demasiado elevada sobre el total de las ventas extremeñas al exterior pero cada vez tienen más peso. Las exportaciones de la comunidad autónoma a Asia sumaron entre enero y septiembre pasados 53,9 millones de euros. Si se compara con el total de los envíos realizados por la región durante ese periodo, la cifra es modesta, del 4%, pero también resulta evidente que las empresas de la región cada vez se fijan más en los mercados asiáticos. De hecho, de acuerdo a la información contenida en la base de datos de las Cámaras de Comercio, los envíos a estos países se incrementaron casi un 74% durante los nueve primeros meses del año en relación a los mismos tres trimestres del ejercicio anterior, mientras que las exportaciones en su conjunto tuvieron un incremento que, aun siendo importante (del 6,5% hasta totalizar 1.324 millones de euros), quedó muy por debajo. Además del auge registrado en el importe, también ha crecido sensiblemente el número de operaciones formalizadas, que en estos nueve meses han ascendido a 3.237, un 61,6% más que en el 2014.

En apenas un lustro, el valor de las ventas a Asia se ha duplicado con creces. "Cada día es menos difícil encontrar productos de empresas españolas y extremeñas en los lineales de supermercados de países como China, Japón o Corea del Sur", confirma Baldomero Nieto, responsable de Internacionalización de la Cámara de Comercio de Badajoz, quien considera que las ventas extremeñas a estos destinos "se están consolidando".

La parálisis del mercado nacional a causa de la crisis hizo que muchas empresas dirigiesen sus miradas a otros países. Dentro de esta estrategia de diversificación de mercados, las firmas extremeñas se centraron inicialmente "en los países geográficamente más cercanos, con una cultura similar a la nuestra", como Portugal, Francia, Italia o Alemania --entre ellos concentran un 62,6% de los envíos extremeños al exterior hasta septiembre--. Fuera del continente europeo, el primer objetivo fueron también las zonas más próximas, como el norte de Africa. Sin embargo, se trata de mercados cada vez más maduros, y esta creciente competencia ha llevado a que empresas que han conocido gracias a ellos "las ventajas de la internacionalización" comiencen a pensar ahora en otros destinos "más remotos", apunta Nieto.

En el lado positivo, este experto subraya que "cada día son más las empresas extremeñas que integran en sus plantillas a personas responsables de un departamento de internacionalización". En el negativo, admite que, "en cierto modo", aún pervive en ellas "miedo a dirigirse a países que están más allá de la UE, países, entre comillas, exóticos".

El vasto mercado asiático ofrece numerosas oportunidades para el comercio exterior. China, con más de 1.350 millones de habitantes, registró tasas de crecimiento del PIB de dos dígitos en gran parte de la década pasada, y aunque el ritmo se ha ralentizado, se mantiene en el entorno del 7%, lo que lleva a que el segmento de población con un poder adquisitivo medio-alto no pare de aumentar. India, con más de 1.250 millones de habitantes, tuvo una tasa de crecimiento en el 2014 del 7,4% y mercados como Corea del Sur --undécima potencia económica mundial-- o los del golfo Pérsico también son atractivos.

Un estudio de la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB) presentado en abril pasado apostaba por el continente asiático como principal objetivo y "tierra de oportunidades" para la exportación de las empresas de este sector. Esta patronal asigna a China y Hong Kong un puesto "primordial" gracias a la pujanza y crecimiento constante que registra este mercado. Pero además, según el ránking elaborado por FIAB, el conjunto de países englobados dentro del epígrafe sudeste asiático (Singapur, Vietnam, Filipinas, Indonesia y Malasia) ocupan el segundo lugar en preferencia, una vez que estos territorios concentran "uno de los mayores potenciales de crecimiento macroeconómico y respecto a exportaciones". Japón aparece en el quinto, con EEUU y Reino Unido entre medias.

'Ránking' extremeño

A día de hoy el mercado asiático al que más productos extremeños se venden es, de lejos, Japón, con 16,5 millones de euros. El país nipón, donde se han multiplicado por tres los envíos desde el 2010, aparece por encima de China que, con 10,1 millones de euros, ha duplicado sus compras de productos desde esa misma fecha. Si se le suman las ventas a Hong Kong --otros dos millones que se contabilizan por separado--, el volumen de negocio supera los doce millones.

A continuación aparecen tres países del Golfo Pérsico (Emiratos Arabes Unidos, con 8,4 millones; Arabia Saudí, con 4,9 millones; y Kuwait, con 1,8 millones). Llama la atención, el escaso volumen que tiene India con solo 1,1 millones.

En cuanto a la naturaleza de los envíos, las preparaciones de hortalizas y frutos aparecen a la cabeza, con 15 millones de euros, superando a la carne, con 10,5 millones; la fruta, con 8,6 millones; la lana, con 4,6 millones; y las bebidas y líquidos alcohólicos, con 4,1 millones.

La Cámara de Badajoz, junto con la de Cáceres y Extremadura Avante, programa cada año un calendario conjunto de actuaciones con vistas a potenciar la internacionalización de las empresas extremeñas y en la que "tienen cada vez mayor importancia" los mercados asiáticos, remarca Nieto.

Dos de las acciones realizadas este ejercicio y que han tenido Asia como destino han sido una misión comercial directa coincidiendo en febrero pasado con la Gulfood, feria dirigida a empresas del sector de la alimentación y bebidas que se celebra en Dubai (EUA), y una visita profesional a Foodex, al mes siguiente, muestra que tiene lugar en Japón centrada también en todos los rubros alimentarios. El responsable de Internacionalización de la Cámara de Badajoz explica que el perfil de las empresas que responden favorablemente a este tipo de convocatoria es el de firmas ya "con bastante experiencia en materia de exportación y que apuestan de manera decidida por ella". En cuanto al tipo de productos que elaboran, se trata fundamentalmente de aceites, aceitunas, vinos y productos cárnicos.

En cuanto a las barreras, ya sean arancelarias o de otro tipo --administrativas o sanitarias, entre otras--, que hay que afrontar a la hora de comerciar con Asia dependen de cada sector y de cada país. En ocasiones, el proceso se facilita a través de acuerdos entre las autoridades españolas y las de los países importadores, pero en otras puede llegar a exigirse que funcionarios de estos últimos verifiquen que se cumplen las condiciones exigidas, como sucedió con China antes de comenzar a importar porcino. De hecho, el listado de firmas autorizadas para trabajar en este mercado lo componen apenas 21 firmas españolas --solo una extremeña--. En el de Japón, sin embargo, son más de trescientas --una veintena de la región.

A veces las barreras pueden ser insalvables, como a la hora de exportar carne de cerdo a países islámicos. Pero en otras sí que hay margen de maniobra para sortearlas. Nieto, por ejemplo, cuenta el caso de una empresa extremeña que produce gominolas con un componente, la gelatina, de origen porcino, lo que le cerraba la posibilidad de vender en países con mayoría musulmana. Lo que ha hecho para adaptarse a estos mercados es elaborarla también a partir de ganado bovino y, por supuesto, certificarlo.