"Qué va a ser de nosotros con un absentismo escolar que alcanza el 80% y sin reflejo en la futura Ley de Educación de Extremadura (Leex)? Es la pregunta que Emilio Santos, secretario de la Federación de Asociaciones de la Conciencia Gitana en Extremadura (Fecogex) se hace cada día tras comprobar que la Leex cada vez está más cerca de ser una realidad sin ofercer ninguna alternativa a los problemas de formación que sufre la minoría étnica a la que pertenece: el pueblo gitano. Y como él, también "cientos de madres romanís que ven con impotencia cómo sus hijos abandonan los estudios porque el sistema no les ofrece un currículo de interés, adaptado a sus necesidades".

Santos reconoce que "el problema es serio, porque solo un 20% de los niños gitanos en edad escolar acude con normalidad a clase". Lo que significa que "10 años después de haber transferido las competencias en Educación, en Extremadura, la tasa de absentismo escolar entre los gitanos es del 80%". Por ello el secretario, en nombre de su pueblo, pide a la consejería de Educación, y en especial a su representante, Eva Pérez, "que tome cartas en el asunto de una vez, que ponga en marcha programas específicos y reales para solucionarlo y que estos sean incluidos en el anteproyecto de la ley de educación extremeña".

Es cierto que ya existen programas, reconoce el secretario, "pero no sirven de nada porque en su mayor parte se desarrollan en los colegios, y dado que la mayor parte de los niños gitanos no acude a clase con normalidad, no llegan a las personas que de verdad lo necesitan".

Según Fecogex, el colectivo gitano, "sin representación en las negociaciones del Pacto por la Educación, y lo que es más grave, en el Consejo Escolar", esperaban que la Leex abordara este tipo de cuestiones. "Pero no", afirma Santos. Nada que ofrecer a los gitanos, que abogan por que desde la Administración se trabaje con los padres del colectivo, pero también con los maestros y profesores y con el resto de asociaciones de padres para que así el nivel de concienciación sea mucho mayor. "Porque si seguimos así, del 80% de absentismo, pasaremos al 100%", señala Santos con preocupación.

También abogan por incluir contenidos de interés para los romanís en el currículo escolar. Por ejemplo, Santos señala que la Leex recoge la importancia de los idiomas extranjeros como el inglés, pero no dice nada del romaní, que para los gitanos de toda Europa es como el inglés".

DE MAYOR QUIERO SER... Precisamente para hacer fuerza contra estas reivindicaciones, la Fundación Secretariado Gitano ha presentado esta semana la campaña De mayor quiero ser... , con la que pretende sensibilizar a las familias y el alumnado gitano sobre la importancia de la educación, así como llamar la atención de las administraciones públicas y del conjunto de la comunidad educativa, para que impulsen políticas y medidas que palien la situación de desventaja de la comunidad gitana.

"Pero no pedimos escuelas puente --a las que solo asisten los romanís-- ni discriminación positiva, sino integración por igual, para todos", afirma el portavoz.

Santos se muestra además "muy enfadado con Eva Pérez por decir que la familia gitana no le da a la educación el valor que tiene". Asegura que el hecho de que los niños --sobre todo las niñas-- gitanas no vayan a clase "no es solo culpa de sus padres". Según afirma, no van porque no encuentran contenidos interesantes y porque no se sienten identificados. "Pero parece que esto seguirá en el futuro, porque la Leex, que consideramos un buen texto, no recoge nuestras necesidades".