Continúa sin llover y la sequía aumenta. Los embalses extremeños están en cotas que hace años no se recordaban y urgen actuaciones para evitar las restricciones de abastecimiento, principalmente a los hogares.

El problema es más acuciante en la provincia cacereña y por el ello el Ministerio de Medio Ambiente está preparando un decreto de emergencia para hacer frente a la pertinaz sequía, según anunció ayer el secretario de Estado de Medio Rural y Agua, Josep Puxeu.

Si bien este alto cargo ministerial no concretó las medidas que incluirá ese decreto (que beneficiará también a la provincia de Segovia), sí avanzó que entre las decisiones que se están barajando figuran un mejor aprovechamiento del agua y pozos de emergencia, aunque desde el ministerio se afirma que no hay fecha para aprobar el decreto.

Puxeu reconoce que la situación, sobre todo en la provincia de Cáceres, es "muy preocupante", y que por ello "estamos buscando soluciones puntuales a estos problemas puntuales".

El secretario de Estado deja claro que no se puede apelar a la climatología, porque "como decía el poeta, en este país la lluvia no sabe llover". También insiste en la importancia de la gestión del agua.

Si bien Puxeu confía en que la situación "no sea duradera", sí dice estar preocupado porque "los ciudadanos no noten restricciones", aunque desea que "conozcan la gravedad del problema y se conciencien sobre un recurso que en España es escaso".

COMPLICACIONES Nadie suponía que mediado el otoño apenas habría llovido en la región, lo cual acrecienta los problemas que sufren desde hace meses mancomunidades como Las Tres Torres y Ayuela, en la provincia de Cáceres, y Tentudía y Cornalvo, en la de Badajoz.

También los pueblos de la zona de La Vera han venido sufriendo problemas, aunque algunos han sido resueltos bombeando agua desde el río Tiétar hasta los municipios donde el agua apenas llegaba a los hogares.

Precisamente en esa zona es donde el presidente extremeño, Fernández Vara, planteaba la urgencia de iniciar actuaciones que permitieran embalsar agua en el entorno del Tiétar, cuestión que se apuntó entre las posibles compensaciones si al final se acometía el controvertido trasvase desde el pantano de Valdecañas a la cuenca del Segura.

Durante las últimas semanas también ha sido necesario trasvasar agua desde el embalse de Navalcán, en Toledo, al pantano de Rosarito para que los agricultores pudieran regar sus cultivos. Paralelamente, la Junta ha pedido a los alcaldes que adopten medidas de ahorro de agua.