Sigue la guerra del cava. Y esta vez los productores extremeños han salido perjudicados. El Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente ha tomado la decisión de acotar nuevas plantaciones de viñedos destinadas a este caldo con Denominación de Origen Protegida. Ha establecido que para 2018 la limitación sea del 0,52% (desde Extremadura y otras comunidades se pedía que fuera al menos del 1% por el gran incremento del sector), pero no ha ampliado ese cerco a años posteriores, como se exigía desde el Consejo Regulador (con sede en Cataluña). Esto significa que en este 2018 que ahora empieza habrá 172,2 nuevas hectáreas a repartir entre las cinco regiones productoras (Extremadura, Cataluña, Aragón, Valencia y La Rioja) y entre los tres tipos de solicitudes que existen: nuevas plantaciones, replantaciones y conversiones de derechos de replantación (57,4 hectáreas cada una). La división se ha considerado «ridícula» y un «duro golpe», puesto que la producción de cava en Almendralejo está al alza y este coto afectará y mucho a su crecimiento.

Habría que recordar que existen unas 36.000 hectáreas de cultivo en todo el país, principalmente tierras catalanas, y que en Extremadura rondan las 1.450 (en 2017 el incremento ha sido de 400), aunque en plena producción serán alrededor de 700.

Nada más conocerse la decisión, la consejería de Medio Ambiente y Rural, Políticas Agrarias y Territorio de la Junta de Extremadura, Begoña García Bernal, anunció que se presentará un recurso de alzada por entender que la medida «es muy negativa para la región». Bernal mostró una oposición «frontal y absoluta» y añadió que, de denegarse este recurso de alzada, cuyo plazo de resolución es de un mes, habrá otro contencioso-administrativo ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid. Valencia también ha avisado de que irá igualmente a los tribunales.

«Se daña a un sector agrario pujante y con futuro en Extremadura ya que genera mucha riqueza y empleo en zonas como Almendralejo», lamenta Bernal.

Los empresarios de Almendralejo, la única de la región con DOP, afirmaron ayer que esta limitación es «un golpe». Marcelino Díaz, de las bodegas de cava del mismo nombre y uno de los padres de este caldo extremeño (con marcas como Puerta Palma), expresaba: «Cerrar las puertas al crecimiento de la superficie durante 2018 es un perjuicio considerable».

Por su parte, David Díaz, gerente de Bodegas Bonaval, con una mayor producción y que este año prevé vender casi 4 millones de botellas, teme que esta limitación baje su producción.

casi 6 millones de botellas / Lo cierto es que en la última década se ha pasado de poner apenas 100.000 botellas en el mercado a tener una previsión de ventas de casi 6 millones. Además este caldo extremeño se exporta a 35 países (entre ellos Bélgica y Rusia).

La organizaciones agrarias también manifestaron su malestar. Desde APAG Extremadura ASAJA, su presidente, Juan Metidieri, afirmó que esta decisión refleja «el poco caso que el Gobierno central hace a la región».

La indignación fue compartida de manera generalizada, menos por la delegada del Gobierno en Extremadura, Cristina Herrera, quien hizo una valoración muy positiva: «El Ministerio de Agricultura no ha aceptado las exigencias del Consejo Regulador del Cava, que pedía la paralización de las plantaciones para los próximos tres años. Demuestra con esta decisión su sentido de Estado y piensa en todos los españoles».