El ministro portugués de Medio Ambiente, Joao Pedro Matos Fernandes, afirmó ayer que su Gobierno no está haciendo "nada" para presionar por el cierre de la central nuclear de Almaraz, situada en Cáceres, a 100 kilómetros de la frontera lusa.

Así lo señaló durante su intervención en la comisión parlamentaria de Medio Ambiente, en la que reiteró que la responsabilidad sobre Almaraz recae en España y que el Ejecutivo luso se limita a mantenerse informado sobre su situación.

"Nosotros no estamos haciendo nada en el sentido de presionar el cierre de Almaraz (...) Es un caso que hemos acompañado por nuestros propios medios con serenidad y determinación pero cabe a España tomar las decisiones que tenga que tomar", aseguró.

Matos Fernandes, que reconoció no tener simpatía hacia la energía nuclear, recordó que son frecuentes los contactos entre ambos gobiernos por esta instalación.