Extremadura quiere desligar su desarrollo futuro de la energía nuclear. Con este objetivo, el Ejecutivo autonómico solicitará al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) que el cierre de los dos reactores nucleares de la central de Almaraz no se prolongue más allá del 2010. Esta medida, de la que ya tiene conocimiento el Ministerio de Medio Ambiente, es uno de los compromisos de Juan Carlos Rodríguez Ibarra en su programa de gobierno para esta legislatura.

Los socialistas reconocen que la energía es un factor clave de desarrollo, pero consideran que las estrategias futuras obligan a una combinación de fuentes energéticas que garanticen la sostenibilidad del medio ambiente. En ese sentido, la Junta de Extremadura pretende que en los próximos cuatro años se desarrolle un Plan de Energía Solar para la comunidad, quiere garantizar la energía hidráulica en los embalses y estudiar la viabilidad de energías limpias y renovables, además de promover el ahorro en el consumo energético.

La Central Nuclear de Almaraz, --propiedad de Iberdrola, Endesa y Unión Fenosa--, empezó a construirse en 1972, el primer reactor (Unidad I) entró en funcionamiento en 1981 y en el año 2010 habrá cumplido casi 30 años de funcionamiento.

A pesar del anuncio del Gobierno extremeño, la intención de las compañías propietarias es solicitar al CSN la ampliación de su vida útil. "La renovación de actividad en Almaraz está renovada hasta junio del 2010 y la idea es solicitar la renovación de esa licencia" , según ha asegurado José María Bernaldo, director de la planta nuclear extremeña.

En la región, algunos colectivos conservacionistas, --caso de Adenex y Greenpeace--, ya han instado a la Junta a que solicite, de forma anticipada, el cierre de la nuclear "por los problemas de seguridad y la escasa fiabilidad de la instalación", que en lo que va de año ha tenido cinco paradas no programadas. "Ibarra tiene argumentos más que de sobra para pedir el cierre definitivo, no hace falta que espere al 2010", ha asegurado José María González, presidente de Adenex.

BALANCE Y ALARMA

Según el CSN, en el 2002 las centrales nucleares españolas registraron 80 sucesos notificables, de ellos 78 con el nivel 0, es decir "sin ninguna significación desde el punto de vista de la seguridad", y los otros dos con grado 1, ocurridos ambos en las instalaciones de José Cabrera, en Zorita (Guadalajara).

Sin embargo, los efectos que pueden originar las nucleares han motivado numerosas interrogantes entre la ciudadanía. La Asociación de Municipios Afectados por Centrales Nucleares (AMAC) pedirá hoy a la presidenta del Consejo de Seguridad Nuclear, María Teresa Esteban, "actuaciones inmediatas" frente a la alarma social creada por los estudios que relacionan el cáncer con la cercanía a las plantas.