El golpe de calor no discrimina, como se puede comprobar por las circunstancias de las tres personas fallecidas: un joven de 24 años, sano y sin enfermedades conocidas; una señora de 55, diabética, y un anciano de 88. No obstante, son los mayores y los niños los grupos a los que hay que prestarles especial anteción para que estén permanentemente hidratados.