La suerte hay que buscarla, reza el dicho, pero, al parecer, cada vez menos en las administraciones de lotería. Mañana es el gran día, ese en el que los niños del colegio de San Ildefonso nos cantan que la Navidad ha llegado de verdad; ese en el que desde hace 21 años se olvida de agraciar a Extremadura, salvo a unos pocos afortunados que se trajeron la suerte desde otras latitudes (el año pasado tocó el Gordo a empleados de Viajes Marsans); ese en el que el calvo ya no es protagonista, un día en el que la salud pasa a ser lo más importante para la inmensa mayoría; pero también ese en el que, pese a todo, brilla la ilusión. A falta de 24 horas para el tradicional soniquete de cada 22 de diciembre, lo cierto es que, son muchos los décimos que aún están colgados de los escaparates en las administraciones de lotería. La razón, los ciudadanos compran menos porque tienen menos dinero para buscar la suerte. En concreto, el gasto medio por extremeño para este sorteo es de 55 euros, 13 menos que la media nacional.

Y es que "este año se está vendiendo menos que el año pasado, la cosa está peor", comenta Carlos Cardona, que regenta la administración lotera de la calle Santa Eulalia de Mérida. No hay dinero y eso se nota, apunta, no tanto en la cifra de clientes, ya que "juega más gente", sino en el gasto, porque "juegan mucho menos dinero". Además, este año "se ha empezado a vender lotería por las maquinitas, con lo que somos muchos más a repartir", matiza. El resultado es que, en su caso, prevé devolver "bastantes números", cuando el año pasado "no se devolvió casi nada y el anterior nada". Lo que no cambia es que quienes confían la suerte en un décimo, lo hacen en aquellos terminados en 3, 5 y 7, los preferidos. No han dado ningún premio en la Lotería de Navidad, pero "en cinco años hemos sido los únicos que hemos dado cinco premios", en otras loterías como la Primitiva, Euromillones, la Quiniela y la Lotería Nacional.

La misma sensación tiene Raquel Solís, gerente de la Administración de Lotería número 2 de Mérida, ubicada en la plaza de España, que espera un tirón final de clientes de última hora, que ya se notaba ayer. El pasado año se vendió más y por más dinero, pero en esta ocasión van a tener que devolver décimos sin vender. Además de las terminaciones favoritas, "el 5, el 7 y el 9", asegura que ayer se vendió mucho el acabado en 210, "porque dicen que una pitonisa dice que va a tocar". Esta administración, abierta hace 47 años, ya repartió un cuarto premio de este sorteo extraordinario de Navidad en 1999 y espera volver a repartir suerte.

NUMEROS CURIOSOS En 9 acaba precisamente el décimo de Paco, el 15359, que lleva comprando desde hace veinte años y que tiene la esperanza de que este año sea el bueno. Es lo que busca Gloria, que ha comprado doce décimos acabados en 3 para su familia y compañeros de trabajo.

Todos buscan coger parte del pastel de más de 2.320 millones de euros en premios de este sorteo, que deja curiosidades como que la fecha del último 5-0 del Barça al Real Madrid, la de la última visita del Papa a España y el 33, por los mineros rescatados en Chile, sean de los números más buscados en internet.