Ls hosteleros se enfrentan a grandes multas a partir de este fin de semana si no adaptan sus negocios a las condiciones exigidas en la Ordenanza Municipal del Ocio, aprobada el verano pasado y que contemplaba un período de adaptación de seis meses que acaba de cumplirse.

El concejal de Seguridad Ciudadana, Carlos Jurado, dejó claro que el ayuntamiento empezará "a aplicar" la normativa y precisó que la policía tiene instrucciones para denunciar a los establecimientos que no cumplan las condiciones establecidas según cada tipo de licencia.

Jurado confirmó también que este incumplimiento supone una infracción muy grave. Estas multas van desde los 12.001 euros hasta los 300.000, además de la revocación de la licencia o la suspensión de uno a cinco años. También contempla la clausura definitiva, total o parcial o por un período no inferior a dos años ni superior a cinco.

Sin embargo, el período de adaptación a la ordenanza, que Jurado consideró "más que suficiente", no ha tenido efecto entre los hosteleros. El dato que ofreció fue concluyente: "solo han solicitado el cambio uno o dos", dijo, aunque se mostró flexible en prorrogar el plazo si reaccionan ante la amenaza de expedientes sancionadores.

Por su parte, Miguel Salazar, presidente de la asociación La Madrila, reclamó al gobierno local que cumpla su compromiso de "expedientar a los establecimientos que no reúnan las condiciones" y se mostró partidario de "anular la licencia a los hosteleros que den un servicio distinto para el que la tienen".

En opinión de Antonio Durán, presidente de la asociación Cacereños Contra el Ruido, la ordenanza "no va a valer de nada porque tampoco se hacen cumplir otras normativas de rango superior como los reglamentos de Actividades Molestas o General de Espectáculos Públicos".