El grupo Dover exhibe en Badajoz su conversión a los ritmos discotequeros

Dover cambia musicalmente en su último disco Follow the city lights , que presentan en la capital pacense: del grunge y la rabia guitarrera se ha pasado a la tecnología electrónica, al más puro estilo de Madonna, de la que Cristina Llanos se declara "fan desde que tenía 10 años ", según dijo en Barcelona el pasado lunes en la presentación de un concierto en la capital catalana.

El cambio musical de Dover ha ido paralelo al físico de Cristina Llanos. La cantante y guitarrista, ahora pelirroja y mucho más delgada, recuerda una anécdota. "Una chica de la primera fila vino en Valencia con una pancarta que ponía Guapa dedicada a Amaia, que canta esta pieza. Nosotros actuamos antes y como se lo estaba pasando tan bien, lo sacó también para mí". La transformación de la vocalista es realmente increíble: explica que ha perdido 35 kilos y que se prepara "físicamente" para no perder la voz mientras baila con movimientos casi aeróbicos.

"Surgió todo un poco sin darme cuenta. Jesús y Amparo empezaron a trabajar las músicas mientras yo necesitaba un cambio vital. Todo coincidió para bien", reflexiona.

Dover, que estrena nuevo bajista --Samuel Titos, excomponente de Sperm--, aún no prepara material para su próximo disco. "Hay que dejar reposar la mente y la imaginación, y mientras se está tocando es difícil". Pero adelanta que seguirá explorando la música disco. "Nos apetece seguir por aquí, puesto que se nos da bien. Tenemos mucho por aprender. La electrónica tiene infinitas posiblidades". Eso sí, reconoce que algunos admiradores acérrimos no comulgan "con este nuevo espíritu". ¿Y qué pasaría si algún día se atreviera a dejar el inglés? "No lo sé, pero si nos apeteciera cantar en castellano, lo haríamos sin dudar".

Para Cristina, la música tiene que ser libre y el músico, expresar lo que quiera. "Es más, considero que no tiene que politizarse.".