El parkinson es la segunda enfermedad neurodegenerativa más frecuente entre las personas de más de 65 años. El deterioro sobre el sistema nervioso de quienes la sufren, alrededor de 5.000 personas en Extremadura y más 100.000 en el país, es lento pero progresivo, como lo es la investigación sobre esta patología de la que se desconoce su origen a pesar de años de estudios. El último de interés lo ha realizado el Grupo de Investigación Park, de la Universidad de Extremadura, el único de la región integrado en el Centro de Investigación Biomédica sobre Enfermedades Neurodegenerativas (Ciberned) del Instituto de Salud Carlos III, que lidera el estudio de estas patologías. Este centro y la Fundación para la Formación y la Investigación de los Profesionales de la Salud en Extremadura (Fundesalud) financian el proyecto.

Temblores, lentitud en la iniciación de movimientos y rigidez muscular son las características de esta patología en la que están implicados los factores medioambientales y de tipo genético, que juegan un papel fundamental. Es ahí donde se centra una de las investigaciones de este grupo que intenta avanzar en el origen del parkinson. Es el primer estudio realizado con pacientes extremeños.

Una de las teorías más aceptadas señala que la alteración en unos doce o trece genes --denominados Park-- podría desempeñar un papel relevante como desencadenante de la enfermedad. Para comenzar su estudio, hace más de un año, el grupo de la Uex escogió uno de estos genes con más importancia en la enfermedad, el Park8 --LRKK2--, y una de las mutaciones de este gen considerada actualmente como la causa más frecuente en el origen de esta --la G2019G--. Los investigadores han hallado la presencia de esta mutación en pacientes extremeños con una prevalencia ligeramente inferior a la del resto del país, "pero no es significativa. Los resultados difieren poco", explica el coordinador del grupo Park, José Manuel Fuentes, profesor del Departamento de Bioquímica y Biología Molecular y Genética de la Escuela de Enfermería de Cáceres. Además esta mutación aparece en otros individuos asintomáticos, pero tenerla es "no es un factor determinante para padecer la enfermedad, es predisponente", aclara Fuentes.

Distinto es el caso de otra mutación del mismo gen --la R1441G--, más abundante en el norte de España. Esta no se ha detectado en los casi 300 extremeños testados, con o sin la enfermedad. "Con este estudio pretendemos evidenciar la presencia de enfermos que tienen estas mutaciones, para ver la importancia de estas en el parkinson. Cuánto más casos se conozcan más se podrá asociar su presencia con el desarrollo de la enfermedad", asegura el coordinador.

Pero el estudio no ha hecho más que empezar. Los resultados forman parte de una investigación más extensa en la que el grupo ampliará la muestra para estas mutaciones y testará la presencia de otras en otros genes en la región, para seguir avanzando de forma coordinada con otros investigadores del país en el origen del parkinson y "tratar de aportar algo más del papel de la enfermedad", que celebra mañana su día mundial. El grupo formado por siete personas lleva ocho años investigando sobre esta patología y trabaja en colaboración con los hospitales de Plasencia, Cáceres y Badajoz.