Los 78 vecinos de la pedanía de La Guarda, dependiente de Campanario, han convivido durante casi dos semanas con la recomendación de no consumir agua del grifo para beber ni cocinar. Ello se debió al elevado nivel de arsénico --cuatro veces superior al máximo permitido por la ley-- detectado en los análisis de los servicios sanitarios el 25 de abril. Tras efectuar las averiguaciones oportunas, habiendo incluso denunciado la situación ante el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) --que está a la espera de los resultados definitivos de sus análisis, según la Delegación del Gobierno en Extremadura--, el consistorio campanariense trasladó ayer agua en un camión cisterna a la pedanía, quedando, según afirma en un comunicado, el servicio "completamente restablecido".

De toda la vida, el agua que llega al grifo de estos vecinos proviene de un pozo y un manantial.

La preocupación ha estado muy presente entre los vecinos de este pequeño municipio pacense estos días. Así lo confirmaron a este diario asegurando que "hay quien incluso se ha ido a ducharse a casa de algún familiar en otros pueblos, porque no sabemos muy bien cuáles son los riesgos". No obstante, la recomendación de las autoridades municipales se limitó al agua para beber y cocinar o "de consumo humano" (es decir, la que se ingiere, al contrario de la que ocurre con la de "uso doméstico" --para fregar, etcétera), que es lo que establece la ley según explica la farmacéutica de la zona de Campanario, Eva María Lavado.

Ella fue quien, precisamente, detectó el nivel excesivo de arsenio en el agua potable de La Guarda en uno de los controles rutinarios prescritos por la Consejería de Sanidad. Tras repetir la muestra, Lavado comprobó que efectivamente el nivel de este elemento se encontraba por encima del máximo fijado en la legislación correspondiente (Real Decreto 140/2003) y que se sitúa en los 10 microgramos por litro, siendo en torno a cuatro veces superior, por lo que inmediatamente transmitió esta información al ayuntamiento, que es la autoridad competente en la gestión del agua potable.

INVESTIGACION Por su parte, los responsables del consistorio emitieron inmediatamente un bando informando de esta situación y recomendando no consumir el agua del grifo para beber ni cocinar, priorizando, según informan ellos mismos, "la salud de los vecinos", pese a que "en ningún momento ha existido riesgo cierto e inmediato". Al día siguiente, el teniente alcalde de Campanario se trasladó junto al personal de servicio de agua para averiguar si podía haberse producido algún vertido al sistema de abastecimiento de La Guarda "debido a la cura de tierras o a una actuación irresponsable de alguna persona".

Dos días después la alcaldesa del municipio, María Piedra Escrita Jiménez, denunció los hechos ante la Guardia Civil, con objeto de que estos iniciaran las investigaciones correspondientes. Según la Delegación del Gobierno de Extremadura, los agentes están a las espera de los resultados definitivos de los análisis, si bien desde el consistorio aseguran que todo indica que el origen del problema está en el agua de la sierra que contiene de manera natural una alta concentración de arsénico, por lo que han cortado la toma de agua de esa zona.

Cabe señalar que el depósito de agua potable de La Guarda se abastece de un manantial de la sierra y de un pozo de sondeo. De momento y hasta que se decida cuál será la solución definitiva, el ayuntamiento ha optado por vaciar y limpiar el depósito, para eliminar el arsenio, y rellenarlo con agua procedente de Campanario. El problema es que han tenido dificultades, según explica la alcaldesa, para localizar un camión cisterna que reuniera los requisitos necesarios para transportar agua potable, lo que ha retrasado la materialización de esta medida transitoria que no se hizo efectiva hasta ayer, gracias a la contratación de un vehículo de una empresa de Villafranca de los Barros.

De este modo y tras efectuarse los análisis oportunos para comprobar la potabilidad del agua, el ayuntamiento dio ayer por "completamente restablecido" este servicio en La Guarda. El abastecimiento a través del camión cisterna se mantendrá, según confirmó la alcaldesa, hasta que se lleven a cabo los informes pertinentes y se decida cuál será solución definitiva.