El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil incrementó en el 2009 el número de actuaciones relacionadas con la ordenación del territorio un 19%, con el resultado de 467 denuncias --548 infracciones y 9 delitos--, con cuatro personas detenidas y doce imputadas por edificar en suelo no urbanizable. Estas cifras superan a las del año anterior cuando las patrullas detectaron 378 denuncias --269 en Cáceres y 109 en Badajoz.

La mayoría de estas actuaciones tuvieron que ver con construcciones en espacios naturales, "lugares no autorizados y sin licencia", según el general jefe de zona, Jaime Alejandro Maldonado, quien acompañó a la delegada del Gobierno, Carmen Pereira, en la presentación del balance de la labor del Seprona, con los jefes del servicio en Cáceres, Diego Francisco Morilla; y de Badajoz, Ramón García.

En Badajoz, las zonas más afectadas por estas infracciones se encuentran en torno al embalse de Orellana, La Codosera, Alburquerque y sierra de San Pedro, dependiendo su gravedad de que sean espacios protegidos o no", según Ramón García. En la de Cáceres, según el teniente Morilla, suele tratarse "de edificaciones en suelo no urbanizable y protegido, sobre todo en Coria, Moraleja, La Vera y el entorno de Cáceres capital, con detenidos en Aliseda y Acebo".

Este es uno de los apartados del balance del Seprona en el 2009, que en conjunto contempla la tramitación de 8.772 infracciones, de las que 266 fueron delitos y faltas; y el resto, infracciones administrativas. Ello supone un aumento respecto del año anterior del 66%.

Además, hubo 104 detenidos --57 en Badajoz y 47 en Cáceres--, el doble que el año anterior --36 en Badajoz y 16 en Cáceres--. De ellos, 54 fueron imputadis por supuestos delitos relativos a la protección de la fauna, la flora y animales domésticos --Morilla destacó los 11 imputados por maltrato a una burra de Torreorgaz--; 16 más por maltrato de animales; 16 relacionados con la ordenación del territorio; 16 por incendios forestales y 6 por otras causas.

LA NATURALEZA, UN DERECHO Pereira destacó la labor del Seprona en protección de la naturaleza, "que nadie duda ya que es un derecho inherente a nuestras vidas". Maldonado señaló, a su vez, la función preventiva del grupo,si bien, "cuando no es suficiente, procede a la investigación y denuncia de las vulneraciones a la normativa detectadas".

Asimismo, justificó la mejora de los resultados por la colaboración ciudadana, la de otras instituciones y otros cuerpos de seguridad y emergencias, la especialización del personal y en la disposición de más recursos gracias a los convenios firmados con organismos como las confederación hidrográficas.

Asimismo, detectaron 2.243 vulneraciones a la Ley de Caza, pesca y tenencia de especies protegidas --1.173 en el 2008--. Y se intensificó la lucha contra el uso de venenos --herbicidas e insecticidas en altas concentraciones, sobre todo--, recogiendo 44 cadáveres de buitres y milanos y logrando detener a cuatro personas.

En relación a residuos urbanos y peligrosos, se pusieron 1.287 denuncias --702 el año anterior--; y 1.546 relacionadas con la sanidad animal, vegetal y calidad alimentaria, el doble que en el 2008, que fueron 702.

A la Ley de Aguas, el Seprona, tras un año de aplicación del convenio con las confederaciones del Tajo y el Guadiana, detectó 353 irregularidades en navegación con embarcaciones de recreo, gracias a las 630 horas de navegación en las zódiac cedidas a las confederaciones, en los distintos embalses; y numerosos vertidos de residuos por parte de entidades e industrias, y sustancias contaminantes a los cauces de los ríos.

Por otro lado, las patrullas de la Guardia Civil detuvieron a 16 personas como supuestos autores de incendios forestales y cursaron 266 infracciones.

Como actividad novedosa, el Seprona incrementó los controles contra la propagación del nematodo del pino, con 826 vehículos inspeccionados y 45 infracciones por no poder acreditar que la madera que tansportaban, procedente de Portugal, había sido debidamente tratada con productos para eliminar el parásito, por lo que se devolvieron a su lugar de origen.