La Guardia Civil y administraciones implicadas incentivarán las medidas para evitar la pérdida de líquido durante el transporte del tomate, debido al incremento escalonado de las denuncias por este concepto de los últimos años. Este aumento es achacable al incremento paralelo en la producción, pero que debe "frenarse" debido al riesgo que la pérdida de líquido supone para los vehículos, como explicó ayer la delegada del Gobierno en Extremadura, Cristina Herrera.

Herrera se reunió con la Guardia Civil, responsables del Estado y la comunidad y empresas, donde se adoptó nuevas medidas que acompañarán a las ya existentes para garantizar la seguridad vial en las carreteras durante la campaña, que se extenderá del 20 de julio al 20 de septiembre próximos. Los desplazamientos de las zonas de producción a las fábricas de transformación suponen un elevado "riesgo" para la circulación si no se toman las medidas oportunas, pues solo durante el pasado año se registraron 100.000 transportes de tomate, a razón de 2.000 diarios.

Las denuncias se han ido incrementando de forma escalonada, pues de las 230 efectuadas en 2012 se pasaron a las 260 en 2013 y a las 293 en 2014. Entre las medidas que se adoptarán se encuentran la revisión con "asiduidad" de las cubetas, las lonas y las redes, o el envío de circulares a productores y transportistas para que tengan especial cuidado en el origen de la carga. Las infracciones mayoritarias durante el transporte de este producto se deben a los vertidos de líquido del tomate, "muy peligroso" para la seguridad vial, pues provocan que las ruedas de motos y coches patinen.