La Guardia Civil de Tráfico no ha detectado indicios de fallo mecánico en el autobús accidentado el pasado lunes en la entrada a Talavera de la Real, a pesar de que el conductor del mismo señaló tras el siniestro que no pudo hacerse con el control del vehículo al no poder frenar. Un dato que estudia la empresa Líneas Extremeñas de Autobuses (LEDA), a la que pertenece el autocar siniestrado con el resultado de 2 personas muertas, 6 heridas graves y 29 leves.

Además, el equipo de Atestados de la Guardia Civil encargó ayer un peritaje sobre el estado de los frenos del vehículo. "Por lo que ha dicho el conductor, para certificar si hubo un fallo mecánico o el funcionamiento era correcto, pero no porque haya indicios de que hubiera una avería", según explicaron fuentes de este cuerpo, que no se quisieron pronunciar sobre las posibles causas del accidente hasta no disponer de los informes completos.

NO SE DESCARTA NADA Tampoco el administrador de LEDA, Miguel Merino, quiso pronunciarse al respecto, si bien señaló: "Si ha habido un fallo o no, lo determinará el informe de la Guardia Civil. Yo no descarto nada". Merino añadió que "el autobús es nuevo, de última generación, y pasó la ITV el 19 de abril pasado, pero imposible no hay nada". La empresa de transporte ha puesto el vehículo a disposición de la Guardia Civil para la investigación y se remite a sus informes.

"Estamos mal, es una situación ingrata", declaró Miguel Merino, que añadió que no habían podido hablar con el conductor, aunque sí con sus familiares. Sobre las causas del accidente, insistió en remitir al informe de la Guardia Civil, pero destacó "la pericia del conductor, que evitó que volcar el autocar y logró que quedará de pie; es digno de elogio".

40 VEHICULOS La empresa LEDA realiza servicios de transporte entre 120 pueblos de la región y con Andalucía con 40 vehículos y un total de 5 millones de pasajeros al año. Merino destacó: "En 15 años, éste es el primer accidente con víctimas que he presenciado". Además, LEDA tiene la concesión en exclusiva del servicio de línea regular de Mérida a Badajoz para el transporte de de trabajadores de la Junta con siete autocares y siete conductores. Ahora, dijo el administrador, la empresa está "pendiente de los heridos y de cruzar los partes de accidente a la compañía de seguros y seguir trabajando como hacemos cada día".

El conductor perdió el control del autobús en la rotonda de entrada a Talavera y el vehículo se precipitó en picado por un terraplén de ocho metros de altura. Fue a detenerse a 150 metros de distancia. Muchos familiares se enteraron de la noticia por boca de los propios afectados, que llamaron desde el lugar.