La Guardia Civil de Trujillo continúa investigando las circunstancias que rodean la muerte del toxicómano de 44 años cuyo cadáver apareció el sábado por la mañana en un parque de Miajadas. Aunque aún no se han aclarado los detalles del suceso, fuentes cercanas a la investigación confirmaron ayer a EL PERIODICO EXTREMADURA que la hipótesis del ajuste de cuentas cobra fuerza.

Los agentes que investigan la muerte de Ramoncín --así se conocía a la víctima en la localidad cacereña-- han centrado sus pesquisas en el grupo de toxicómanos que habitualmente acuden al parque en el que apareció el cuerpo sin vida de Ramón S. S. Y es que todos los indicios recogidos hasta ahora apuntan a que el crimen se debió a un ajuste de cuentas por algún asunto de drogas.

Así, junto al cadáver apareció un cuchillo sin rastro de sangre que finalmente se confirmó que pertenecía a Ramoncín, por lo que los agentes suponen que él era consciente de que estaba amenazado y podía sufrir algún ataque.

SIN PISTAS SEGURAS

Sin embargo, a estas alturas no se ha realizado ninguna detención ni se ha localizado el arma homicida, aunque por las heridas que presentaba el cadáver --que apareció con el cráneo destrozado y decenas de golpes por todo el cuerpo-- se sabe que fue golpeado en varias ocasiones con un palo o una barra metálica.

Según han explicado diversas fuentes, el parque donde apareció el cuerpo sin vida de Ramoncín se había convertido en los últimos tiempos en el punto habitual de reunión de un grupo de drogadictos, en el que se concentran ahora todas las sospechas de la Guardia Civil.

Se trata de la segunda muerte violenta que se produce en Miajadas en sólo una semana después de que el sábado anterior un hombre disparase contra otro al que consideraba culpable de haber violado a su hija pese a la sentencia absolutoria que dictaron los tribunales.