Su trayectoria profesional en el sector abarca 26 años, cuando instaló una peluquería en Monesterio. En sus inicios, Guillermina López lograba una nómina considerable, pero a día de hoy, "es difícil llegar a fin de mes". La situación actual ha llevado a esta peluquera pacense a trabajar sin horario de salida, "no me puedo permitir decir que no a los clientes" y en la misma línea se encuentra su hermano, que ha tenido que pasar de indefinido a autónomo para reducir gastos con la tarifa reducida. Le economía sumergida también hace estragos al negocio de López, que según confiesa "nos ha quitado mucha clientela". Al borde del cierre, seguirán luchando para que el Gobierno tome medidas en la reducción de impuestos. "Estamos todos muy apurados", concluye.