La entrevista tiene lugar en medio de una apretada agenda llena de visitas antes y después de la nuestra. Ocupa el mismo sitio que dejó en 2011 pero ha cambiado: en la estética, la corbata ya no va con él casi nunca; y en su forma de ser, la oposición le ha hecho modificar su temple con respecto al PP. Se sienta alrededor de una mesa de cristal llena de papeles, mientras otra más noble de madera permanece impoluta. "Esa casi no la uso", dice.

--¿Qué ha pasado para que esté usted otra vez en la Presidencia de la Junta?

--Pues que los ciudadanos nos han votado y han decidido que la coalición electoral PSOE-Siex sea la fuerza más votada, y como no se podía conformar una mayoría alternativa aquí estamos. Sin embargo, como sé que esa no es la pregunta le diré que han pasado básicamente dos cosas: una, que hace 4 años perdimos las elecciones y asumimos la derrota en primera persona, concretamente yo que me dediqué los meses siguientes a analizar qué había ocurrido y encontrarmos que le habíamos fallado a la gente. Y dos, que a partir de la moción de censura que presentamos en mayo de 2014 la ciudadanía entendió que ya había una alternativa formada en lo político y en lo social en Extremadura y volvimos a la vida de la gente.

--¿Se puede decir entonces que la moción de censura de 2014 la perdió pero, en realidad, la gano?

--Ya lo dije en su día, que la moción de censura la habíamos ganado nosotros y el Partido Popular no me creyó. Ese día se puso en evidencia un error grave por parte de ellos y fue meter un debate sobre el estado de la región en plena campaña de unas elecciones y eso provocó que tuviéramos que lanzar la moción de censura y eso constituyó la campaña que, al final, llevó al PP a perder las elecciones europeas. Yo creo que el hecho más importante en este último año desde el punto de vista de geometría política fue la derrota de las europeas.

--¿Ahí fue consciente de que tenía alguna posibilidad de ganar en Extremadura?

--Yo no oculto que si hubiéramos perdido las europeas, probablemente no hubiera sido candidato, me habría ido a casa.

--Nunca ha dicho eso.

--En efecto, nunca lo he dicho, pero de perder me habría ido.

--¿En las pasadas elecciones autonómicas ganó usted o perdió Monago?

--Yo no tengo la sensación de ser presidente porque ellos hayan perdido. El Partido Popular se fue de la realidad a 'Alicia en el país de las maravillas' hace tiempo, pero si la gente no hubiera tenido esperanzas de cambio, no habría cambiado su voto. El PSOE ha sido capaz de mantener un porcentaje de voto en la provincia de Badajoz del 47%, por ejemplo, en un tiempo en el que el voto se ha erosionado mucho. El voto del PSOE no es un voto cabreado con el PP ni mucho menos. Y nosotros hemos hecho una campaña pensando en las personas y eso ha calado. Monago hizo una campaña hablando de él y yo otra hablando de la gente: del paro, de los desahuciados, de las listas de espera.No creo que todas las encuestas se fueran a equivocar y estoy convencido de que en los últimos siete meses se movió mucho el voto y la gente nos visualizó. Cuando salió la encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) justo antes de la campaña me di cuenta de que las expectativas de ganar eran ciertas.

--Al principio de la legislatura pasada usted casi desapareció.

--Tuve que hacer un proceso enormemente complicado. Un partido de gobierno durante 28 años que desaparece de las instituciones salvo la Diputación de Badajoz... Hubo que empezar casi de cero a rehacer el partido, buscar candidatos nuevos, abrir casas del pueblo. Me dediqué 2 años a abrir sedes, ampliar la militancia, llevar a la organización a gente que nos permitiera hacer oposición a un Gobierno del PP con muchos medios. Organizamos 17 grupos de trabajo y eso provocó que, llegado al momento, tuviéramos un programa y una alternativa de gobierno.

--¿La oposición desgasta?

--Ni se imagina. Los gobiernos dan preocupaciones, pero lo que desgasta de verdad es la oposición. Tardé un año o así en coger cuerda en la oposición y reconozco que para mí Valentín García, el portavoz del PSOE en la Asamblea, fue un apoyo imprescindible en los primeros momentos porque hacía de él y de mí porque yo estaba intentando recomponer otras cosas. Porque cuando uno deja de estar sentado en la Presidencia tarda tiempo en darse cuenta y, por el bien de la política, es necesario que ese cambio se produzca lo antes posible porque los ciudadanos te han elegido para otra responsabilidad que es la oposición.

--Usted es una excepción. Pierde como presidente, se queda y vuelve a ganar.

--Sí. De hecho no ha habido nadie en ese caso. Los hay que son presidentes, Revilla por ejemplo, pero ganando las elecciones no hay más casos que el mío.

--Usted dice que ha cambiado. Pero ahora lo social se lleva por bandera en todos los partidos. Cuando lo dice es una realidad o es una pose.

--En lo social no he cambiado, llevo trabajando en lo social 20 años. Con 34 años era director general de Salud Pública y con 35 consejero de Bienestar Social. En eso no he cambiado, en la defensa de las políticas sociales como instrumento de reequilibrio en la sociedad. He cambiado en la manera de estar en política. Yo creía que podía estar en política trasladando a esta esfera mi manera de ser, y me di cuenta de pronto de que era un handicap y que había habido gente que se había aprovechado de eso. Yo los trataba con respeto y ellos a mí con denuncias. En eso sí he cambiado: yo no voy a perdonar una, en mí van a encontrar una persona que los trate con la misma contundencia que ellos a diferencia de lo que ocurría hasta ahora, que nos dábamos la mano por delante y por detrás me clavaban un cuchillo. Ya lo dije y se va a notar: no voy a poner la otra mejilla y no voy a perder la oportunidad de dejar en evidencia las cosas que ellos han hecho mal.

--¿Pero ellos quiénes son?

--El PP, el señor Monago y su equipo.

--Ya, pero usted es el presidente de todos los extremeños.

--Soy el presidente de todos, pero siéndolo, cuando a este presidente se le ataque con contundencia, se defenderá con contundencia. A diferencia de antes, que cuando se le atacaba, daba la mano. Eso se ha acabado.

--A ese Vara de antes había votantes del PP que lo veían con buenos ojos. A lo mejor ahora no le van a entender.

--El votante del PP de toda la vida podrá querer darme un abrazo, pero no me va a votar nunca. Yo conozco a mucha gente conservadora a la que le puedo caer bien, pero no me van a votar en la vida. Yo estoy hablando de otro sector de gente que no valora esas cosas, la gente quiere que seas un buen profesional, que trabajes, que gestiones, que seas honrado y honesto Hombre, 20 años en esto y que no te hayan podido llamar la atención nunca. Yo le hablo de la estrategia de un partido como el PP basada en la destrucción del adversario, que fue eje prioritario de un partido. Ante actitudes así hay que dar respuestas, y la gente que ha confiado en mí no puedo decepcionarla.

--Usted parece que va a situar al PP en la oposición pura y dura, y a Podemos o C's en una interlocución preferente.

--Yo sitúo a los tres en el mismo sitio. He recibido a los tres partidos por igual, pero le digo que todavía no había tomado posesión casi y ya me estaban faltando desde el PP. El tono se aprecia y probablemente es que ellos ya no saben hacer las cosas de otra manera. Y se equivocan, porque hay que estar en política para solucionar los problemas de la gente, no para destruir al adversario.

--Hay quien acusa al PSOE de estar podemizándose. Podemos lo ha dicho.

--Se lo dije a ellos en el debate de investidura, que hay determinadas cuestiones del programa electoral en que nosotros estábamos primero. La escuela y la sanidad pública, la defensa de la dignidad de la gente, las viviendas sociales.

--Pero usted ha hecho un esfuerzo por entenderse con Podemos.

--Yo hago un esfuerzo por entenderme con todo el mundo. Si lo hacía cuando era presidente con mayoría absoluta, cómo no lo voy a hacer ahora que no la tengo. Yo he hecho un esfuerzo porque se visualice que represento un gobierno que requiere de apoyos, yo sabía que no era posible un acuerdo de legislatura ni de gobierno, pero sí que había que ir paso a paso y negociarlo todo. Y ojo, sin ningún compromiso oculto de por medio.

--¿Sabe el PSOE gobernar en minoría?

--Sin duda, si la minoría tiene también su encanto. Cuando no hay alternativa posible uno se da cuenta de que está en mayoría minoritaria. Estoy seguro de que con Podemos vamos a entendernos en muchas cosas porque ambos bebemos en las mismas fuentes socialdemócratas.