TEts lo que tiene tener la batuta del Gobierno, que cuando menos te lo esperas el presidente cambia de melodía y coge a la oposición descolocada. Si Monago había anunciado en mayo una rebaja de impuestos de 50 millones de euros a partir del 1 de enero de 2015, ayer dijo que la ampliaba hasta 114,3 millones, más del doble de lo previsto, convirtiendo a Extremadura en una de las comunidades con menor carga impositiva del país. Y encima con una dirección clara: beneficiar a las rentas medias, que para eso se encargó de aclarar que la reforma fiscal va a atender "especialmente" a ese sector de la sociedad, pero también a las rentas más bajas dado que se engloba al 99% de los extremeños. En resumidas cuentas, para todo el mundo menos para los ricos.

El presidente extremeño, que entiende que las ideologías están bien y cada cual debe tener la suya, pero que las ideas si son buenas deben aplicarse vengan de donde vengan, eleva al máximo la tesis de que a menos impuestos, mayor consumo y, a la postre, mayor recaudación, lo que no es ni de derechas ni de izquierdas. Si de camino se contenta a las clases medias, las que también han sufrido la crisis y sus consecuencias como el resto pero, de algún modo, soportan el coste del estado del bienestar, mejor todavía, ahora que andan molestas y empiezan a buscar referentes políticos al margen de los partidos tradicionales.

A nadie le amarga un dulce. A todo dirigente le gusta bajar impuestos. Quien diga lo contrario miente. Por eso ayer Monago dijo para los demás: "Yo bajo los impuestos cuando otros llevan subiéndolos toda la vida". La tentación muchas veces es hacer el 'juego de la silla', bajar la carga impositiva directa y aumentar la indirecta. Pero el presidente extremeño dejó muy claro que su reforma fiscal es integral, dado que se incluye la rebaja del IRPF, pero también del impuesto de hidrocarburos y del canon del agua, a la vez que se determina que el impuesto de sucesiones y donaciones se elimina dándole otro sentido más social y se añade que las nuevas empresas que inviertan en Extremadura pagarán un 50% menos de todas las tasas e impuestos autonómicos.

Extremadura ha logrado la consolidación fiscal y así lo constata el ministro Montoro, que en materia económica viene a ser el notario del reino. Ahora, con la rebaja fiscal, el gobierno regional considera que con las cuentas estabilizadas y una recuperación económica iniciada --demostrada por el aumento de la recaudación de los impuestos en el primer trimestre del año nada menos que del 26,8%--, es el momento de meter dinero en los bolsillos de los ciudadanos. Y ahí las clases medias juegan un papel fundamental sobre las que se deben arrojar grandes dosis de confianza.

Veremos qué hace la oposición. A ver qué partitura coge. Porque su nivel de crítica debe permanecer, pero oponerse supone negar que a los extremeños, y en este caso a todos, le bajen los impuestos. Y eso, se quiera o no, tiene su coste social.