El riesgo extremo es que la vida de la mujer corre serio peligro», resume Gloria Angulo, portavoz de Malvaluna, una asociación que, desde Mérida, lucha contra la violencia machista. En esta situación límite hay ahora mismo una mujer en Extremadura. Pero también hay otras siete en grado alto, que implica igualmente fuertes medidas de seguridad para evitar un fatal desenlace. Además, 198 presentan riesgo medio, 618 bajo y 739 no apreciado. En total, 1.563 casos de violencia de género activos actualmente en la región (920 en la provincia de Badajoz y 643 en la de Cáceres). «Es la policía quien hace una entrevista a la víctima y determina cuál es su situación de peligro», explica Angulo.

Este número de casos no coincide con la cifra oficial de víctimas -son 1.532 mujeres (más del 85% de nacionalidad española)- porque hay situaciones en las que éstas tienen más de un agresor.

Los datos los dieron a conocer ayer la delegada del Gobierno en Extremadura, Cristina Herrera; y la responsable de la Unidad de Coordinación contra la Violencia de la Mujer de esta institución, María del Carmen Fraire, quienes además destacaron que hay 17 chicas menores de entre 14 y 17 años que ya han sufrido algunas de las múltiples caras que pueden tener las agresiones machistas (físicas y psicológicas). Esta cifra de adolescentes ha aumentado en los últimos años (en 2015 era 13). Asimismo, hay 36 casos de mujeres con 65 años o más.

Como consecuencia de esta lacra social, actualmente cumplen condena en la cárcel por delitos relaciones con esta causa 185 hombres con residencia en Extremadura.

PROTOCOLO DE SEGURIDAD / Cuando se detecta un caso de riesgo extremo, se activan medidas policiales de protección obligatorias como la vigilancia permanente de la víctima y, si es el caso, de la entrada y salida en los centros escolares de los hijos; el control intensivo de los movimientos del agresor y el diseño de un plan de seguridad personalizado (que puede incluir algún tipo de dispositivo electrónico).

Pero además de estas medidas, desde el Ministerio del Interior se subrayan una series de recomendaciones que debe tener en cuenta la víctima como acciones de «autoprotección», un termino cuestionado por algunas asociaciones feministas que denuncian el riesgo de convertir a la mujer en responsable de su propia seguridad. No utilizar las mismas rutas de traslado al centro de trabajo, no ir sola desayunar o a comer, planificar y practicar una rutina de escape o tener preparada una bolsa de emergencia (con documentos, llaves, dinero, ropa o medicamentos) son algunos de los consejos que se recogen en el protoloco contra la violencia de género del Gobierno cuando se trata de riesgo alto o extremo.

DEFENSA PERSONAL / Cuando es bajo se recomienda por ejemplo aprender cursos de defensa personal y si se pasa a riesgo medio, cambiar o reforzar las cerraduras, dejar las llaves puestas siempre que se esté dentro del hogar, instalar detectores de incendio y extintores o identificar a los vecinos de más confianza que pueden ser contactados en caso de emergencia.

La delegada del Gobierno en Extremadura asegura que se han realizado importantes cambios legislativos y que «se han tomado medidas concretas en los últimos años para luchar contra el acoso psicológico y la violencia física que sufren las mujeres por parte de sus parejas». «Este asunto preocupa sobremanera», subraya.