Ante la caída de la demanda de vivienda en los últimos meses, cabe preguntarse si habrá compradores para las 10.650 VPO que prevé construir en Extremadura el nuevo plan estatal. ¿Es una necesidad de los ciudadanos o se busca favorecer al sector de la construcción, muy castigado por la crisis?

Aunque para muchos es el bajón del ladrillo el que mueve muchas de las decisiones del Gobierno central, entre ellas el aumento de la inversión en el Plan Estatal de Vivienda) y así lo ha reconocido la ministra, Beatriz Corredor, también que hay argumentos que respaldan la decisión de construir más VPO en la región.

Uno de ellos es el que aporta un estudio de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) del año pasado, según el cual en Extremadura se demandaban más de 10.500 viviendas sociales, aunque solo había suelo para 7.500.

También Antonio Fernández, profesor de Economía de la Universidad de Extremadura (Uex), estima que las viviendas se venderán "a corto o medio plazo" y califica la medida como efectiva "para paliar el paro en la construcción", si bien no "para luchar contra la crisis, porque lo que faltan son reformas estructurales".