El defecto de la alimentación de los niños es lo que llamo el "embudo alimenticio". Cada vez más, los niños se alimentan de menos alimentos. Lo más sensato es que tomen un mayor número de alimentos, que coman de todo: verduras, fruta, legumbres. Hay que convencerles de que no hay alimentos malos.

Además, hay otro ámbito que es la carencia de actividad física: el sedentarismo. Ya no juegan, ni andan, están con el ordenador o viendo la televisión. En el estudio de la Uex sobre obesidad infantil estudiamos el "tiempo de pantalla", es decir, el número de horas que los niños ven una pantalla (ordenador, televisión,...). Concluimos que los niños más obesos eran los que más tiempo estaban enfrente de la pantalla, con independencia de la nutrición.

*Catedrático de la Uex y especialista en Nutrición y Alimentación.