Fernando Bernáldez ha sido, con Teresa Cañas, el otro principal representante de la plataforma de objetores cacereños a Ciudadanía desde su constitución. Sin embargo, recientemente ha abandonado la organización después de decidir, después de que su petición de objeción no fuera respaldada en los juzgados de primera instancia, desistir de la vía judicial y, en consencuencia, autorizar la incorporación de su hijo a las clases de la polémica asignatura.

"Mi mujer y yo decidimos no recurrir --aunque sigamos pensando lo mismo de la asignatura--, por lo que no tiene sentido que mi hijo no vaya a clase. No queremos que nuestra decisión le perjudique a nivel académico", dice. No obstante, sigue oponiéndose a la materia por su intromisión en la educación moral de los alumnos, que considera reservada a los padres. "Creo que esta asignatura supone un retroceso histórico de los derechos ciudadanos. "¿Qué será lo próximo, que nos digan cuando salir de casa?"