La aparición de peces muertos en las proximidades de la Central Nuclear de Almaraz tiene un precedente, aunque en aquel caso los peces aparecieron en aguas del embalse de Arrocampo, y no en el cauce del río Tajo como ahora ha sucedido. Ocurrió en los primeros días de agosto del 2007, cerca de Saucedilla y días después de que el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) confirmase que la central nuclear "registró diferencias, respecto de las previsiones de funcionamiento, en los tiempos de actuación de las válvulas de los respectivos sistemas de mitigación de sobrepresiones en frío".