Las cenizas de los represaliados en la Guerra Civil cuyos cuerpos fueron arrojados a la fosa común de Valdihuelo, en Alburquerque, descansan desde ayer en el cementerio de esta localidad tras un acto de homenaje. En el mismo participaron un centenar de familiares de los 142 desaparecidos en la zona durante la Guerra Civil, acompañados por representantes políticos y vecinos.

El primer campo de trabajo de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica en Extremadura permitió recuperar esos restos. Las exhumaciones comenzaron en el 2004 y un equipo de expertos trató de identificarlos en la Facultad de Medicina de Badajoz sin éxito, por lo que fueron incinerados juntos. Los restos corresponderían a unos 16 vecinos de Alburquerque, Villar del Rey y San Vicente de Alcántara.