El último informe de la Unión de Consumidores de Extremadura (UCE) sobre el sector turístico extremeño concluye otorgando un notable alto a los hoteles rurales de la región en lo que se refiere a su calidad tanto en servicios como en infraestructuras, aunque suspenden en su bajo nivel de accesibilidad.

Este estudio, en el que se analizan las condiciones y servicios que ofrecen 21 centros rurales de todos los rincones de la geografía regional, concluye que la oferta extremeña "es de una enorme calidad tanto en el servicio como en las instalaciones". El informe, incluido en la revista Consumidorex que edita la asociación, también resalta el alto nivel gastronómico de estos centros turísticos, así como el hecho de que se hayan respetado en gran medida los elementos arquitectónicos originales de los edificios pese a las numerosas remodelaciones que han sufrido.

Otro de los aspectos positivos es la incorporación masiva del turismo rural a las nuevas tecnologías. De hecho, en siete de cada diez hoteles de este tipo las habitaciones se pueden reservar por correo electrónico, y la mayoría ya dispone de su propia página web.

ACCESOS Y SEÑALES Además, casi todos están bien situados y sus accesos señalizados correctamente pese a que en muchos casos las carreteras que conducen hasta ellos "se encuentran en un estado lamentable". Precisamente el estudio señala que esta carencia se ha convertido "en nuestra mejor aliada para mantener nuestros tesoros casi intactos".

A la hora de analizar las instalaciones del turismo rural extremeño, la Unión de Consumidores apunta que todas las habitaciones disponen de calefacción y el 66% de ellas tienen un teléfono en su interior. También es habitual que estos hoteles ofrezcan a sus clientes una zona privada de aparcamiento, aunque sólo el 43% cuenta con una piscina.

Positivo resulta también el análisis de los servicios complementarios, incluidos por más de la mitad de estas empresas turísticas. El senderismo, las rutas a caballo o en todoterreno y el parapente son los más habituales, aunque los turistas también pueden encontrarse con matanzas tradicionales, clases de relajación o de pintura o paseos en globo, entre otras cosas.

PARTE NEGATIVA En la parte negativa el informe destaca dos puntos por encima del resto. El primero, que sólo tres de cada diez hoteles rurales extremeños son accesibles para personas con minusvalías, una situación que la UCE achaca a "las características propias de los edificios en los que se enclavan". Sin embargo, la asociación reclama "un sobreesfuerzo" para solucionar estas deficiencias.

El segundo problema, que ninguno de estos centros está adherido al Sistema Arbitral de Consumo y "lo que es peor, prácticamente ninguno lo conoce" pese a que sería aconsejable su incorporación al sistema.