Los agentes de Tráfico de la Guardia Civil han impuesto durante el mes de enero 2.662 sanciones en Extremadura, lo que supone un descenso de más de 3.000 (un 53%) respecto al mismo periodo del año anterior. Este es el balance de la última protesta de los guardias, materializada en una nueva huelga de ´bolis caídos´ encubierta tras la convocatoria, a través de la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) de una "campaña de concienciación a los conductores" bajo el lema "Enero, en blanco".

En esta ocasión los agentes pretendían denunciar los incumplimientos de varios compromisos adquiridos por el PSOE antes de acceder a La Moncloa.

El seguimiento de la movilización ha sido desigual en la región. Y es que la situación que se vive en el subsector de Tráfico de Badajoz --con numerosas bajas psicológicas y quejas continuas contra el capitán--ha hecho que, una vez más, la reducción de las sanciones haya sido especialmente significativa en la provincia pacense. Según los datos de la AUGC, durante los 31 días de enero los agentes de Badajoz impusieron apenas 931 multas de tráfico por las 3.152 del mismo mes del 2006. Es decir, que se registró un descenso del 70%.

También se redujeron las denuncias en la provincia de Cáceres, aunque no en la misma medida. En el caso del subsector cacereño la cifra ha pasado de las 2.565 del año pasado a las 1.731 de este mes de enero, con una caída de un 32% menos.

A través del móvilComo ya informó este diario, y al igual que en el 2005, la protesta de los agentes se inició de forma individual a través de mensajes de móvil en noviembre. En diciembre la iniciativa fue apoyada por la AUGC, que anunció la convocatoria de una "campaña de concienciación a los conductores" durante el mes de enero.

En este caso el malestar de los guardias civiles se debía, principalmente, a que cuando estaban en la oposición el PSOE adquirió una serie de compromisos que, al menos según los agentes, aún no se han cumplido. Se trata de promesas relacionadas tanto con el asociacionismo como con la gestión de la propia Guardia Civil, incluida la desmilitarización del Cuerpo. A esto se sumaron los problemas continuos con la distribución de los pluses de productividad a través de un sistema que permite a los jefes de los destacamentos un reparto "injusto". Los guardias destinados a tareas burocráticas llegan a ganar 900 euros mensuales más que un agente de carretera.

Esta ha sido la movilización con mayor seguimiento de los últimos años, ya que en 2005 las sanciones cayeron un 22%, la mitad que en esta ocasión.