Porque quieren compartir su trabajo por combatir el sufrimiento humano con todos aquellos que de manera desinteresada también lo hacen, Cruz Roja Extremadura entregó ayer por segunda vez sus premios Humanidad a personas, entidades, colectivos y proyectos extremeños que han destacado por su relevancia a favor de las personas dentro o fuera de la región.

En total fueron siete los premiados, de los 30 candidatos, quienes anoche recibieron este galardón en el teatro Carolina Coronado de Almendralejo. La estatuilla ha sido diseñada por el pintor Vito Cano y recrea una menina de cristal con cinco niños que representan la población mundial. Lo recibieron de manos del alcalde de la capital de Tierra de Barros, José María Ramírez, de la presidenta de la Asamblea Local de Cruz Roja, Cati Campos, del presidente del comité autonómico de Cruz Roja Extremadura, Francisco Javier Caro Delgado, de la consejera de Sanidad y Consumo, María Jesús Mejuto, y de la delegada del Gobierno, Carmen Pereira.

El primero en hacerlo era un senegalés afincado en Calzadilla de los Barros, Ibrahima Mbaye Ndiaye, que fundó una asociación que realiza proyectos de desarrollo en su país natal, como la construcción de un centro escolar y la reconstrucción de otro. Ibrahima agradeció este premio Humanidad en la modalidad del Movimiento Internacional a la oenegé y quiso compartirlo con sus compatriotas. Por otro lado, el premio a la modalidad de Imparcialidad recayó en el programa de televisión Escúchame "por su apuesta por hacer una televisión pública accesible y al alcance de todos".

La película El viaje de Cris ha conseguido el Humanidad a la Neutralidad por contar la historia de Tamara Miranda, una chica parapléjica de 16 años a causa de un accidente de coche. Fueron los responsables de la oficina para la defensa de las personas con discapacidad de Extremadura los que mayor emoción representaron al recoger el Humanidad de la Independencia, ya que de esta forma aseguran poder alcanzar mejor su objetivo "fomentar una mayor toma de conciencia sobre los derechos de los discapacitados".

También especialmente emocionada se mostró Angela Ramírez Calero al recoger el Humanidad al Voluntariado. Angela es la socia de Cruz Roja Extremadura más antigua. "Siempre he estado orgullosa de ser de Cruz Roja y hoy estoy aún más", comentó. Otro proyecto reconocido fue el de Pedro Tomás Delgado Ortiz, que gracias a su innovación ha podido llevar agua potable a zonas subdesarrolladas. Por último, la Brigada Extremadura XI recibió el Humanidad al Principio de Universalidad por su capacidad operativa.