El presidente extremeño, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, dijo ayer que "la Constitución Europea es una vacuna contra el nacionalismo disgregador, una vacuna contra aquellos que sólo quieren acentuar los privilegios sin importarles que haya un sentimiento de solidaridad entre todos los que conformamos España". En su mensaje de Fin de Año, Ibarra deseó un feliz 2005 a todos y definió el 2004 como un "año horrible" por el atentado del 11 de marzo en Madrid y por lo ocurrido en estos últimos días en el sudeste asiático.

Ibarra dedicó la primera parte de su discurso a ensalzar a la institución familiar y dijo que "la familia es lo mejor que se ha inventado". En esta misma línea, dio la bienvenida a aquellos extremeños que, desde una opción sexual diferente a la heterosexual, "tienen la intención de constituir un núcleo familiar".

AÑO QUE TERMINA Por otra parte, indicó que el año que termina ha tenido "convulsiones políticas", una de ellas el cambio de gobierno en el 14 de marzo, un cambio, dijo, que ofrece "muchas lecturas", en concreto para Extremadura "esperanzas importantes y expectativas ciertas", ya que el Gobierno "ha decidido apostar por los dos polos que, en estos momentos, compiten en España, la diversidad y la igualdad", informa Efe.

En ese sentido, Rodríguez Ibarra señaló que "es cierto que España está formada por pueblos distintos y diferentes", por lo que en su opinión "está bien que la diversidad y el reconocimiento de la igualdad se haga y se potencie desde el Gobierno". "Es muy bueno que el Gobierno apoye que entre la diversidad tenga un sitio destacado la igualdad entre los ciudadanos españoles, vivan donde vivan".

El nuevo año, por otra parte, según Rodríguez Ibarra, ofrece a los extremeños la "posibilidad que veníamos buscando desde siempre de que nuestro futuro no dependa, exclusivamente, de lo que hagan otros desde fuera de Extremadura". En ese sentido, se refirió a proyectos industriales como el de la refinería e insistió en que "tenemos que ser capaces de acertar en decisiones tan complicadas como esa".

En ese sentido, el dirigente extremeño quiso dejar claro que sigue apostando, "firmemente", por un tren de alta velocidad convencional Madrid-Lisboa, "al estilo del que existe desde Madrid a Sevilla".

Definió, por tanto, 2005 como un año "ilusionante", en el que "vamos a decidir cosas que nos afectan a nosotros y que sólo dependen de nosotros" y en ese sentido confió en que "todos, empezando por mí, seamos capaces de estar a la altura de las circunstancias".