El presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, reapareció ayer en la vida política extremeña y garantizó que pese al infarto que ha sufrido completará la actual legislatura sin cambiar el ritmo de vida que llevaba antes de sufrir lo que calificó de "accidente". Será entonces, en el 2007, cuando estudiará junto con el PSOE si repite como candidato, "como ha ocurrido en otras ocasiones". La razón, la revisión médica a la que se sometió el pasado martes y en la que los médicos le confirmaron que no tiene "ninguna secuela" apenas cinco semanas después de haber sido ingresado.

Pasaban pocos minutos de las diez y media de la mañana cuando la noticia empezaba a correr como un reguero de pólvora. El presidente estaba en la Asamblea, donde se debatían los presupuestos, lo que suponía su regreso a la vida política tras lograr el alta médica definitiva. Poco antes de la una de la tarde comparecía ante los medios y dejaba claro que a partir de ahora va a llevar "una vida exactamente igual a la que llevaba antes del 7 de noviembre".

En este sentido, Rodríguez Ibarra destacó que "sólo se vive una vez". Según dijo, los médicos le han comunicado que está igual de salud que antes del infarto, por lo que va "a seguir metiendo el pie mientras me dedique a esto", indicó haciendo un símil futbolístico.

Pese a que hace sólo unas semanas aseguraba que según su evolución se replantearía el futuro, Ibarra anunció ayer que no va a rebajar su agenda porque no tiene problemas para seguir trabajando como hasta ahora.

El presidente, que compareció durante más de una hora, recalcó en varias ocasiones que cara al futuro quiere vivir con la intensidad que a él le gusta y "no como si estuviese en el limbo". Así, añadió: "O en el cielo o en el infierno, pero en el limbo no quiero estar".

FAMILIA Y POLITICA Ibarra afirmó que seguirá adelante "hasta que no pueda más, a tope", entre otras cosas porque se dedica a la política "por amor a la familia". En esta línea, apuntó que "la familia está por encima de la política y por eso me dedico a ello", añadió.

Por otra parte, el presidente del Ejecutivo extremeño relató lo ocurrido el día que sufrió el infarto. Aquella noche, el 6 de noviembre, tuvo "una cena complicada" con compañeros del PSOE, incluido Maragall.

Por la mañana, tras una madrugada con molestias --bromeó asegurando que llegó a creer que le habían "envenenado"-- y cuando el dolor era "insoportable" trató de contactar con sus guardaespaldas, pero no pudo porque la centralita del hotel comunicaba, así que decidió llamar al consejero de Sanidad, Guillermo Fernández Vara. Tras relatarle los síntomas éste rápidamente concluyó que sufría un infarto, por lo que contactó con el 112 de Madrid. Ha sido precisamente este hecho --el no haber podido localizar aquella mañana a los guardaespaldas y sí al consejero-- el que seguramente, detalló Ibarra, le ha permitido superar el infarto sin mayores consecuencias.